En el artículo anterior nos quedamos en los filmes de los sesenta. Era un buen punto de inflexión, pues en la década siguiente apenas hay rastro del diablo en las películas. Esta ausencia es más explicable en los musicales Jesucristo Superstar y Godspell, ambas de 1973, puesto que su intención de “redescubrir” a Cristo (reinventarlo desde un prisma meramente humano) diluyen por completo su dimensión divina y redentora: si Él no es Dios, ¿para qué narrar su confrontación con el diablo?
Algo más extraña es la ausencia del demonio en Jesús de Nazaret (1977), película de largo metraje que, además, se proponía reflejar fielmente la divinidad de Cristo. Pero el director entendió que esa escena difícilmente funcionaría en la pantalla. y por eso dijo: “En aquel episodio uno se topa con el misterio puro; y el misterio en sí es irrepresentable”. Es más, Zeffirelli ha contado que filmó la secuencia de modo semejante a como rodó los sueños de José: registrando sólo la voz, sin mostrar la presencia del ser espiritual: “Aquel desierto era impresionante, y la voz que resonaba en aquel espacio resultaba arcana e inquietante, puesto que había dilatado la propia voz de Jesús. El monólogo era áspero y terrible, pero corría el riesgo de inducir a una confusión peligrosa entre Jesús y el demonio, y tras largas deliberaciones decidí suprimirla”.
Las películas más recientes han examinado también las tentaciones de Jesús bajo nuevas formas. La película El hombre que hacía milagros (1999) recreó esa escena en dibujos animados, pasando de una representación bastante detallista en 3D (animación de figuras de barro) a los dibujos clásicos en 2D, que dan a la secuencia un tono más psicológico. Las tentaciones son “visualizadas” desde la imaginación del Señor, donde se supone que tiene lugar la sugestión diabólica: vemos las piedras convertidas en pan crujiente, y los reinos aclamando con vítores a Jesús. Por otro lado, el dibujo animado logra también una transición más suave desde el desierto hasta la parte superior del templo, que aquí podemos contemplar desde uno de los ángulos más elevados.
de animación
La serie televisiva Jesús (1999), de Roger Young, combina -en su particular versión de las tentaciones- varios de los elementos anteriores: las sugestiones son “visualizadas” (como insinuando que se plantean sobre todo en la imaginación), Satanás se nos presenta bajo figura humana, y el color de su indumentaria es el negro. Pero hay dos novedades en esa representación. Primero, la figura del demonio se desdobla: vemos primero a una mujer atractiva, vestida seductoramente de rojo, que plantea la insinuación. Después la mujer se transforma en hombre “razonable” -mitad sofista, mitad político-, que plantea la argumentación (las dos caras de la sugestión diabólica).
Por otra, las tres tentaciones a Jesús (convertir las piedras en pan, arrojarse desde el templo, adorar a Lucifer) se hilvanan -en un diálogo ingenioso, lleno de metáforas- en una sola propuesta: la tentación de la soberbia y del poder. Así, el diablo sugiere convertir las piedras en pan para calmar su hambre, y cuando el Mesías se resiste, le dice que así calmará el hambre de todos los pobres del mundo: “Tú tienes poder para alimentarlos a todos… y convertirte en su líder”. Pero el Señor contesta: “No he venido a solventar los problemas humanos... Mueren de hambre no porque Dios lo quiera, sino porque otros hombres tienen el corazón de piedra” (en alusión a las piedras que se resiste a convertir en pan).
Finalmente, La Pasión de Cristo, de Mel Gibson, ofrece una curiosa y original representación de Satanás,aunque Satanás es interpretado por una actriz, sus características femeninas se reducen al mínimo, y la imagen que transmite es bastante masculina: con el cabello cortado y las cejas afeitadas, con una túnica oscura y pesada, y, sobre todo, con una voz claramente andrógina. Al reflejar sólo las últimas 24 horas la vida de Jesús, la escena de las tentaciones queda fuera de la narración. Pero Gibson, como Stevens, Scorsese y Young antes que él, recoge de forma clara –mucho más que en ningún otro filme- la presencia de Satanás en Getsemaní, haciéndose eco de aquella exclamación de Jesús: “Esta es vuestra hora y el poder de las tinieblas”.
no exenta de simbolismo. Así,
Aunque la cita es de Lucas, la visión del diablo que vemos en toda la película parece inspirada en el cuarto Evangelio, pues San Juan muestra en su relato -con total claridad- que la Pasión es el momento donde culmina el odio de sus adversarios. Así, el hecho de que "ha llegado la hora de las tinieblas" lo vemos representado en la omnipresente figura del demonio, que no deja de acecharle en ningún momento. Le vemos, insidioso, durante la agonía en el Huerto, sugiriendo a Jesús que no podrá soportar esa carga (pero Jesús vence la tentación y, para significarlo, aplasta la cabeza de un áspid, en clara alusión al diálogo de Dios Padre con la serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; tú le acecharás el talón y ella te aplastará la cabeza”).
Más tarde, cuando Jesús es flagelado, Satanás parece mofarse de Él haciendo una macabra parodia de la Virgen y el Niño: aquí, la Mujer-Demonio y un horrendo bebé sustituyen a la Madre de Dios y a su divino Hijo. Finalmente, durante el Vía Crucis dos figuras excepcionales destacan sobre la turba que chilla y grita. La Virgen y el demonio avanzan entre la multitud vociferante a un lado y a otro del Mesías. Las dos figuras se miran y son conscientes de la presencia del otro. Nadie más se da cuenta. Y ambas, sin aspavientos, tan solo con la mirada, manifiestan una clara conciencia del trascendental momento que están viviendo.
Aún queda mucho por explotar en la representación del diablo. Pero, ciertamente, la película de Gibson alcanza en esta cinta una altura difícil de superar. Es imposible permanecer indiferente ante estas imágenes, porque la fuerza visual de la narración encierra un fuerte contenido teológico que interpela decididamente nuestra conciencia.
Algo más extraña es la ausencia del demonio en Jesús de Nazaret (1977), película de largo metraje que, además, se proponía reflejar fielmente la divinidad de Cristo. Pero el director entendió que esa escena difícilmente funcionaría en la pantalla. y por eso dijo: “En aquel episodio uno se topa con el misterio puro; y el misterio en sí es irrepresentable”. Es más, Zeffirelli ha contado que filmó la secuencia de modo semejante a como rodó los sueños de José: registrando sólo la voz, sin mostrar la presencia del ser espiritual: “Aquel desierto era impresionante, y la voz que resonaba en aquel espacio resultaba arcana e inquietante, puesto que había dilatado la propia voz de Jesús. El monólogo era áspero y terrible, pero corría el riesgo de inducir a una confusión peligrosa entre Jesús y el demonio, y tras largas deliberaciones decidí suprimirla”.
Las películas más recientes han examinado también las tentaciones de Jesús bajo nuevas formas. La película El hombre que hacía milagros (1999) recreó esa escena en dibujos animados, pasando de una representación bastante detallista en 3D (animación de figuras de barro) a los dibujos clásicos en 2D, que dan a la secuencia un tono más psicológico. Las tentaciones son “visualizadas” desde la imaginación del Señor, donde se supone que tiene lugar la sugestión diabólica: vemos las piedras convertidas en pan crujiente, y los reinos aclamando con vítores a Jesús. Por otro lado, el dibujo animado logra también una transición más suave desde el desierto hasta la parte superior del templo, que aquí podemos contemplar desde uno de los ángulos más elevados.
de animación
La serie televisiva Jesús (1999), de Roger Young, combina -en su particular versión de las tentaciones- varios de los elementos anteriores: las sugestiones son “visualizadas” (como insinuando que se plantean sobre todo en la imaginación), Satanás se nos presenta bajo figura humana, y el color de su indumentaria es el negro. Pero hay dos novedades en esa representación. Primero, la figura del demonio se desdobla: vemos primero a una mujer atractiva, vestida seductoramente de rojo, que plantea la insinuación. Después la mujer se transforma en hombre “razonable” -mitad sofista, mitad político-, que plantea la argumentación (las dos caras de la sugestión diabólica).
Por otra, las tres tentaciones a Jesús (convertir las piedras en pan, arrojarse desde el templo, adorar a Lucifer) se hilvanan -en un diálogo ingenioso, lleno de metáforas- en una sola propuesta: la tentación de la soberbia y del poder. Así, el diablo sugiere convertir las piedras en pan para calmar su hambre, y cuando el Mesías se resiste, le dice que así calmará el hambre de todos los pobres del mundo: “Tú tienes poder para alimentarlos a todos… y convertirte en su líder”. Pero el Señor contesta: “No he venido a solventar los problemas humanos... Mueren de hambre no porque Dios lo quiera, sino porque otros hombres tienen el corazón de piedra” (en alusión a las piedras que se resiste a convertir en pan).
Finalmente, La Pasión de Cristo, de Mel Gibson, ofrece una curiosa y original representación de Satanás,aunque Satanás es interpretado por una actriz, sus características femeninas se reducen al mínimo, y la imagen que transmite es bastante masculina: con el cabello cortado y las cejas afeitadas, con una túnica oscura y pesada, y, sobre todo, con una voz claramente andrógina. Al reflejar sólo las últimas 24 horas la vida de Jesús, la escena de las tentaciones queda fuera de la narración. Pero Gibson, como Stevens, Scorsese y Young antes que él, recoge de forma clara –mucho más que en ningún otro filme- la presencia de Satanás en Getsemaní, haciéndose eco de aquella exclamación de Jesús: “Esta es vuestra hora y el poder de las tinieblas”.
no exenta de simbolismo. Así,
Aunque la cita es de Lucas, la visión del diablo que vemos en toda la película parece inspirada en el cuarto Evangelio, pues San Juan muestra en su relato -con total claridad- que la Pasión es el momento donde culmina el odio de sus adversarios. Así, el hecho de que "ha llegado la hora de las tinieblas" lo vemos representado en la omnipresente figura del demonio, que no deja de acecharle en ningún momento. Le vemos, insidioso, durante la agonía en el Huerto, sugiriendo a Jesús que no podrá soportar esa carga (pero Jesús vence la tentación y, para significarlo, aplasta la cabeza de un áspid, en clara alusión al diálogo de Dios Padre con la serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; tú le acecharás el talón y ella te aplastará la cabeza”).
Más tarde, cuando Jesús es flagelado, Satanás parece mofarse de Él haciendo una macabra parodia de la Virgen y el Niño: aquí, la Mujer-Demonio y un horrendo bebé sustituyen a la Madre de Dios y a su divino Hijo. Finalmente, durante el Vía Crucis dos figuras excepcionales destacan sobre la turba que chilla y grita. La Virgen y el demonio avanzan entre la multitud vociferante a un lado y a otro del Mesías. Las dos figuras se miran y son conscientes de la presencia del otro. Nadie más se da cuenta. Y ambas, sin aspavientos, tan solo con la mirada, manifiestan una clara conciencia del trascendental momento que están viviendo.
Aún queda mucho por explotar en la representación del diablo. Pero, ciertamente, la película de Gibson alcanza en esta cinta una altura difícil de superar. Es imposible permanecer indiferente ante estas imágenes, porque la fuerza visual de la narración encierra un fuerte contenido teológico que interpela decididamente nuestra conciencia.
Efectivamente, como bien indicas la insinuación y la argumentación son las dos caras de la sugestión diabólica. No se si ello es efecto del pecado original, por el cual el diablo proyecta toda su capacidad de influencia en la naturaleza caída del ser humano. ¿Podrías explicar esto mejor?
ResponderEliminarla verdad es un tema en el que la humanidad debe estar muy despierta pues el mal se disfraza de diferentes maneras y para os que llevan una vida relajada ya nada es pecado
EliminarLa existencia de los demonios es hacer caer al hombre en el pecado y llevarlo al infierno.
EliminarHola, Alfonso:
ResponderEliminarfelicidades por este artículo. Me ha gustado mucho y no es de extrañar por el tema que abordas ya que me gusta investigar el papel de los antihéroes.
Aunque hay muchas películas en las que el diablo está presente (Fausto, El hombre que vendió su alma al diablo) la representación del maligno en las películas de corte religioso es más precisa. Me quedo con la representación/caracterización que hizo Mel Gibson que considero acertada pus el Mal, ya desde las Sagradas Escrituras, aparece representado con naturaleza femenina; incluso los vampiros en las leyendas de los griegos y romanos tiene cuerpo de mujer (strigae, esfinge, etc.)
Felicidades.
Hola Alfonso:
ResponderEliminarTe felicito por el blog que tenes me parece muy interesante, y muy objetivo, lo que lo hace mas jugoso todavia.
En lo que respecta a esta entrada quisiera compartir una inquietud sobre la imagen del diablo en la pelicula "Jesus". al mostrarlo como una persona con ropas ceñidas a la "moda" presente, tanto en la version femenina como en la masculina, entiendo que quiere presentar una persona supestamente exitosa y que goza de cierta comodidad economica (no cualquiera puede tener ese vestuario), lo cual presenta la idea de que nos preguntemos ¿que tendriamos que hacer para ser como el?. Ahora mi pregunta es la siguiente: esa figura es representativa para nosotros en el tiempo presente, pero ¿no deberia serlo para la persona de Jesús, en el tiempo de Jesús?
Espero haber sido claro con mi duda.
Felicitaciones por el Blog.
Chaco, Argentina
Pues a mí no me gusta que siempre se use lo femenino para encarnar al mal, de no ser por lo femenino nadie estaría en este mundo. De hecho, me gustó mucho una cosa que dijo JJ Benítez sobre que quizá Dios fuese mujer...
ResponderEliminarLo deberias ver como un elogio, no como algo negativo
EliminarFigura de hombre y mujer igual a pecado, diabolico.
EliminarDesde mi poco y limitado comprender, podría comentar que me parece que el mal puede ser representado femenino y masculino, o con esta presencia andrógina por esta forma de insinuar al mal en tantas maneras, una de ellas la seducción. A la mujer se le adjudica más la carnalidad por la que el hombre cae, y al hombre la avaricia y deseo de poder. Sin hablar de estereotipos, sino más bien como una naturaleza que nos inclina al mal. "No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago".
EliminarEspero no haber cantinfleado, o estar demasiado lejos de darme a entender. Saludos 😊
Perdón, no comenté mi nombre, me llamo Fernanda
EliminarMuchas peticiones acumuláis en vuestros comentarios. Intentaré responder a todas.
ResponderEliminarAl Anónimo 1º (por cierto, os animo a dejar al menos el nombre de pila: así es más fácil establecer un diálogo) querría subrayar que, en efecto, insinuación y argumentación son las dos caras de la tentación. Primero se insinúa lo apetecible o novedoso (“y si yo…”, “total, por una vez…”) y después viene las falsas argumentaciones. Porque, como somos criaturas racionales, tenemos que convencernos de que eso es lo justo y razonable; aunque sepamos de partida que no es así.
De lo primero –de la insinuación– aporto un texto muy sugerente del entonces Cardenal Luciani, después Juan Pablo I. Hablando de los obstáculos en el amor conyugal, señala: “Y ante todo, este pobre corazón nuestro, tan versátil e imprevisible. Hay quien se engaña: cree poder descuidar un tanto la vigilancia y permitirse alguna distracción. Y se dice: ‘¡Es solo un momento! ¡No saldré de mis casillas, sólo una ojeada por encima de la reja!’. Pero puede que, por casualidad, las rejas estén abiertas, el momento se convierta en una hora, y la hora en traición”.
Un maravilloso ejemplo de insinuación.
A los demás comentarios contesto en otra nota para no alargar ésta excesivamente.
Sara, tienes razón. El diablo aparece en muchas más películas de las que pensamos. En algunas de carácter mitológico (Fausto, etc.) y en el cine de terror, en el subgénero de posesiones diabólicas (El exorcista, La profecía, etc). Pero es en el cine religioso donde su imagen es más exacta y su acción en los hombres, más reveladora. También yo me quedo con la imagen creada por Gibson: muy simbólica, muy profunda, muy teológica.
ResponderEliminarMarcos, gracias por tus palabras. En efecto, la representación del diablo se ha hecho en la serie “Jesús” teniendo en cuenta la sensibilidad contemporánea (un demonio con ropas del siglo XX), porque se dirige a espectadores d nuestra época. La película abunda en pasajes simbólicos, y éste de las tentaciones lo es de manera de especial: el desdoblamiento del “diablo femenino” en dos o tres figuras simultáneas, su transformación en “diablo masculino”, los cambios de escenario… Y es que, para el director, lo interesante no era mostrar de forma realista ese pasaje evangélico, sino sugerir su posible significado en nuestras vidas. De ahí la respuesta de Jesús: “Mueren de hambre no porque Dios lo quiera, sino porque otros hombres tienen el corazón de piedra”.
Anónimo 2º, coincido contigo en que no debe asociarse lo diabólico con lo femenino. Tanto los hombres como las mujeres caemos cada día: unos y otras tenemos que reconocer nuestros errores, levantarnos con presteza y –sobre todo– pedir perdón. Por eso en la película de Gibson el diablo es, a la vez, hombre y mujer: algo parecido a la serie “Jesús”.
Indudablemente, la tentación inicial de la serpiente (diablo) a Eva forma parte de esa trayectoria envidiosa de un ser angelical, como lo es Lucifer (luz del alba), quien una vez caído por propia decisión consciente y con proyección eterna desde su condición angelical, toda su tarea se concentra en destruir mediante el engaño, la desorientación y la insidia, al hombre, hecho a imágen y semejanza por Dios mismo.
ResponderEliminarEso, precisamente, es lo que le resultó insoportable a Lucifer y por ello, esa negativa a servir a su Dios y Creador: "Nom serviam".
Y es la envidia hacia el hombre lo que le lleva contínuamente a tentarlo, seducirlo y confundirle, para impedirle alcanzar la finalidad para la que fue creado (finalidad ontológica):Dios.
"Dios me hizo para Tí y mi corazón estará inquieto hasta que descanse en Tí" que dijera San Agustín.
A partir de esas premisas, el resto se comprende perfectamente, si es que no hemos sido hipertrofiados, animalizados y seducidos instintivamente por ese "Sujeto" que, como espíritu angelical que es (malo) es más inteligente y astuto que el más listo de los hombres.
Su conocimiento de Dios es total, salvo en el Amor que es incapaz de experimentar y, por tanto, desde esa carencia odia al Señor, a su obra, al hombre, aunque sin duda teme a Quien reconoce eternamente como su Señor a Quien es incapaz de pedir perdón, porque su opción de no servirle tuvo proyección y dimensión eterna. Y ese es el gran drama de Lucifer; drama al que quiere, contínuamente, arrastar al hombre.
Pero sabemos que Dios permitirá la acción de ese "energúmeno" hasta un tiempo y, a la postre y al final trinufará Dios y el Bien; o sea El Amor.
Ayyy, es que yo no he visto "La Pasión", pues qué idea más buena lo de combinar ambos sexos en el mismo personaje maligno, sí señor, muy ecuánime el Sr. Gibson.
ResponderEliminarQué bonito lo que has dicho Alfonso de Juan Pablo I, no lo conocía y me ha gustado mucho. Comente más cuando pueda José Carlos Martín, sigo sus comentarios con interés.
Buenas noches amigos. Soy Jose Manuel Leiva y os escribo desde Málaga capital.
ResponderEliminarUnirme a las felicitaciones previas por el blog (que me he permitido recomendar en los foros cofrades), ya que las procesiones de Semana Santa tienen muchos elementos cinematográficos, que están aún por estudiar en profundidad.
Con respecto al tema del diablo, siempre me han llamado la atención algunas miradas perdidas de personajes como "sin alma" en películas de diversa temática que contrasta con el brillo y la paz espiritual de otros ojos, como por ejemplo los de Fray Escoba o Marcelino Pan y Vino en sus entrañables películas.
Y es curioso como hace unos días en la película "Camino" encontré esas miradas perdidas en algunos personajes, como si se tratara de zombis a los que se les ha extraído el cerebro, lo que demuestra la gran manipulación que puede ejercer el cine en las mentes, hecho que luego se refleja en los dialogos con los compañeros de trabajo, en el mundo al revés de tornar los papeles del bien y el mal.
Además, la estética diabólica o de Lucifer están entrando poco a poco en las familias a través de la tv. Así, hoy mismo he visto (un par de minutos) la gala de los drags queen creo que en Canarias, un auténtico alegato al mal gusto como un hecho cultural que hay que asumir para ser políticamente correctos.
Un saludo.
Uy, completamente de acuerdo con el anterior a mí, personalmente aborrezco el carnaval por ser (para mí) una celebración de la chabacanería por todo lo alto, un "despiporre" ordinario, pero como bien dices, hay que ser políticamente correcto y respetarlo. Que luego también se respeten las procesiones de Semana Santa y todos en paz. Y qué tierna la película de "Marcelino, pan y vino", qué recuerdos de mi infancia más bonitos me evoca. Se está perdiendo esa inocencia a pasos agigantados y hay que recuperarla.
ResponderEliminarVolviendo al tema del post, uno de mis "diablos favoritos" es el Al Pacino de "Pactar con el diablo", de Taylor Hackford, por su realismo y fácil identificación hoy día.
Goya producciones ha editado un vídeo muy interesante sobre este tema: “El Diablo: la posesión del Maligno”.
ResponderEliminarDescribe claramente el origen del espíritu del mal, su origen, su irrupción en el mundo desde la tentación de Adán y Eva hasta nuestros días. Sus poderes, sus tácticas, objetivos y límites, son explicados ante la cámara por especialistas en el mundo demoníaco, incluyendo al más famoso de todos, Gabriele Amorth, el exorcista oficial de la diócesis de Roma.
Podéis verlo en este enlace:
http://www.casablan.org/verFicha.asp?cod=127
Hola Alfonso; me parece muy apropiado el artículo y de lo más interesante. Verdaderamente, pienso que Gibson arriesgó bastante en su película atreviéndose, como hizo, a otorgarle un papel tan sumamente principal a este personaje. Por otra parte la caracterización me parece inmejorable, un equilibrio casi perfecto entre la oscuridad y esa sugerente imagen cargada de misterio que ejerce la atracción de quienes se percatan de ella. La escena de Jesús camino del Calvario con María en un frente y Satanás en el opuesto, además de estar cargada del más bello simbolismo, es sobrecogedora, uno de los mejores duelos de personaje que he visto en el cine hasta ahora, sin necesidad de palabras, ni de armas, tan sólo con la expresión de unas cuantas miradas. Un saludo, me voy quedando por aquí, hasta pronto.
ResponderEliminarGracias por el enlace Alfonso, yo aporto otro relacionado con el tema.
ResponderEliminarhttp://www.periodistadigital.com/religion/mundo/2010/02/12/satanas-exorcismo-exorcista-polonia-iglesia-diablo.shtml
Muy estimado Alfonso:
ResponderEliminarMe interesaría saber si en algún sitio Mel Gibson dice porqué saca al niño en esa escena. Me llamó la atención cuando vi la película, que nos comentó -a un congreso de profesores de Sagrada Escritura- Juan Orellana. Algunos de mis colegas estaban más interesado en el arameo o en el sanedrín. Pero a mi lo que más me impresiono es el niño, porque es un tema bíblico relacionado con la tentación original, en el que estoy investigando.
Es obvio que Adán y Eva fueron creados adultos (no quiero ahora detenerme en eso) pero sin embargo poseían infancia (algunos autores lo niegan), no cronológica sino antropológica, con sus dos rasgos más característicos: la dependencia y la confianza. El pecado original es el que les arrebata la infancia, que será recuperada por Cristo con su pasión.
El dirá: "si no os hacéis como niños no entraréis en el Reino de los cielos". Hay que tener en cuenta que la única vez que aparece el "Abbá" en los evangelios sinópticos es en la agonía del huerto (Marcos, 14). Un niño viejo sería una muy buena representación de los efectos del pecado original, pero me parecería sorprendente que Gibson tuviera esto en la cabeza, a no ser que algún asesor muy especializado se lo hubiera sugerido.
Por otro lado que sea un remedo de la Virgen y el Niño me parece que no tiene sentido. No quiero darte trabajo de búsqueda, sólo que sepas que el detalle que hoy tocas me interesa. Un saludo afectuoso, y felicidades por ese estupendo Blog.
Posdata: sobre el demonio y sus tentaciones ha salido un libro de enorme interés. Se titula "La fe de los demonios (El ateísmo superado)” de Fabrice Hadjhadj, Ed. Nuevo Inicio. La traducción castellana es muy buena. Ya se ha convertido en una referencia al tratar la psicología de Satán.
Querido D. Bartolomé:
ResponderEliminarMuchas garcias por participar en el blog y por plantear esta pregunta tan certera. Este tema se ha debatido mucho en los foros de Internet. La planteaba, por ejemplo, un tal Jonathan en estos términos: “Yo se que el demonio está metido en todo, pero no entiendo por qué el diablo sale con un niño; esa es mi pregunta, y hasta ahora nadie me la contesta (http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=2199).
Una de las respuestas que se han dado –en los foros, no por especialistas- es la de "Frankie Villeta": “Cristo sabía que moriría, y en muerte de cruz. Que Judas lo traicionaría. Que los judíos no aceptarían un mesías que predicara el amor y la salvación por medio de su sacrificio, querían un rey de verdad, de linaje judío y que sacara a los Romanos de Israel. Si vamos a las profecías de Isaías, vemos que se cumplen todas en Cristo. Además se explota un tema apasionante y no aceptado al día de hoy por el pueblo de Israel: por eso vemos al Diablo con un niño en los brazos, que es el anticristo y al que el pueblo de Israel lo recibirá como el verdadero Mesías (comentario nº 51 en http://librodenotas.com/article/4432/la-pasi243n-de-cristo-seg250n-mel-gibson).
Esa idea del niño como figura del anticristo prolifera en muchas respuestas. En otro foro, “Silvestre el gato” preguntaba: “En la película ‘La pasión de Cristo’, ¿quién es el niño que carga el tipo calvo (el diablo) cuando están azotando al señor?”. Y le responde “Alf Libre Pensador” (Mejor respuesta): “Es una simbología con la que diablo pretende "vencer" a Jesús diciéndole: ‘Yo tengo a mi padre que me cuida, pero tu Padre te ha abandonado’”.
Más abajo (2ª respuesta), “Zorro the eye” señala: “El ‘tipo calvo’ es Satán, personificado por una actriz (Rosalinda Celentano), y a mí me parece que es el equivalente diabólico de María cargando a su hijo”. Otros participantes expresen una opinión smejante: es el mismo diablo, es el anticristo.
Quizás la respuesta más apropiada es la de “a_sur” (10ª respuesta): “Si tu pregunta tiene que ver con quién literalmente es ese niño, te cuento que es un modelo hecho por computadoras y no corresponde a ningún bebé de carne y hueso. Si tu pregunta tiene que ver con la simbología, en el libro de Génesis 3:15 se habla de 2 descendencias, la descendencia de ‘la mujer’ y la descendencia de ‘la serpiente’, donde hay una enemistad entre las partes. Bien, allí en la película, el Diablo está cargando a su ‘descendencia’ simbólica, quien momentáneamente estaba ganando la partida, por supuesto, hasta la resurrección de Jesucristo, donde Él sale victorioso por soportar las pruebas y mantenerse fiel”.
Todos estos comentarios los puedes leer en el foro: http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20061218105215AANW96t
D. Bartolomé:
ResponderEliminar¡Lo encontré! Acabo de localizar la respuesta del propio Mel Gibson sobre lescena de Satanás con un bebé demoníaco durante la flagelación.
Esa escena ha sido interpretada como una imitación de las representaciones tradicionales de la Virgen y el Niño. Ante una pregunta al respecto, Gibson describió el pasaje de esta manera (la traducción es mía):
"Representa al mal distorsionando lo bueno. ¿Qué puede ser más tierno y hermoso que una madre y un hijo? El diablo simplemente toma esa imagen y la distorsiona un poco. En lugar de una madre normal y un niño, el espectador ve una figura andrógina con un bebé de unos 40 años de edad, con pelo en la espalda. Es algo raro, chocante, excesivo: casi tanto como dar la vuelta a Jesús para continuar la flagelación sobre su pecho. Eso, que es raro, chocante y excesivo, sucede en el momento exacto en que vemos ese aspecto del diablo y su bebé” (Mark Moring,. "What's Up With the Ugly Baby?", Christianity Today. 2004-03-01)
Espero que esto aclare sus dudas.
Para todo el que quiera ver el artículo sobre el diablo con el niño demoníaco, os envío el enlace directo:
ResponderEliminarhttp://www.christianitytoday.com/ct/movies/news/2004/040301passion.html
Que lo disfrutéis. ¡Y dejad vuestras opiniones!
Estimado Alfonso: ya que te has tomado el trabajo de encontrar las palabras del Mel Gibson sobre el "niño viejo", no puedo dejar de comentarlas, pero como el comentario -aunque breve- será largo, prefiero componer un pequeño artículo por si te parece interesante insertarlo en el blog. Un saludo y gracias por tu trabajo.
ResponderEliminarDe nada, D. Bartolomé. Estaré encantado de publicar un artículo sobre esta cuestión. De hecho, como entramos en la Cuaresma y Semana Santa, estaba pensando hablar de esta película en los próximos días.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
me gustó tu artículo!.. pero no describiste la presencia del diablo en la película de Martin Scorsese "La última tentación de Cristo"
ResponderEliminarNo recuerdo muy bien donde escuché, con respecto al simbolismo de Satanás y el niño en la Pasión de Cristo, que esta imagen ademas de ser una representación del mal sobre lo bueno, era singularmente una burla de Satanás a Dios, algo así como queriendo decir que: "Yo si cuido a mis hijos" en un tono macabro y oscuro claro. Creo que también esta imagen esta relacionada con la figura de Asherah, esa diosa cananea maligna de la antigüedad que según los cristianos, sigue presente en la iconofilia religiosa, disfrazada de la Virgen y el niño.
ResponderEliminarHablando de la figura de Satanás en la Pasión de Cristo, creo que podremos encontrar en la última imagen de Satán cuando en el infierno grita su derrota, más simbolismo que analizar, ya que recuerdo que la música en este leve fragmento era muy oriental a diferencia de toda la película, ¿Habrá algo de esta cultura oriental que aporte a la figura de Satanás?
Que Yeshua los acompañe.
Alfonso, ¿Qué opinas de la representación de Satanás en películas no bíblicas en sí, por ejemplo "El Exorcista"?
ResponderEliminarQuisiera corregir un pequeño detalle mencionado en uno de los comentarios superiores. El bebe demonio que aparece en la escena de la flajelación en "La Pasión de Cristo" no es un efecto por computadora ni nada por el estilo, es en realidad Davide Marotta, un actor enano nacido en Italia en 1958, es conocido en varias películas como "Demons 2", "Luna e l'altra", "Aitanic", entre otros trabajos.
ResponderEliminarLa imagen de Satanás en filmes no bíblicos depende absolutamente de la visión del director y del guionista. En "El Exorcista" es una visión esencialmente terrorífica, poco sobrenatural. Aunque la temática sea parecida, "El exorcismo de Emily Rose" me parece un filme más a propósito para reflexionar sobre la posesión diabólica, porque no elude la acción divina en las almas atormentadas: en este segundo filme, la chica poseída recibe -es un caso real- el consuelo y la ayuda de la Virgen para que pueda sufrir esa terrible prueba. Como digo, me resulta más gustoso de ver, menos escabroso, y más apropiado para un cine-fórum.
ResponderEliminarLo más cercano a lo teológico es esta escena de la pasión de Cristo es una analogía entre La virgen Maria con su hijo Jesús y el diablo con su hijo el anticristo
ResponderEliminarque niño feo
ResponderEliminarEl niño es el anticristo, que ya nació. La película en si, lleva muchos ''errores'' antibiblicos que la pueden llegar a calificar como diabolica e illuminati, en mi opinión.
ResponderEliminarme gusto su articulo excelente analisis siempre en la sociedad muestra a lucifer como dante lo describio en esta pelicula tiene un punto de vista para mi en lo personal mas realista que la mitica figura que nos presenta muestran al demonio mas real que todavia hoy en dia me sorprende
ResponderEliminarquiero ver esta pelicula pero no la encuentro alguien me comparte el link
ResponderEliminarLa mini-serie "Jesús" (1999) puedes encontrarla aquí:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=IYRlPW9dTOQ (Parte 1)
https://www.youtube.com/watch?v=IUR8Hlx1iM8 (Parte 2)
Que la disfrutes. Un saludo.
Muy buenos contenidos. Enhorabuena!
ResponderEliminarExcelentes artículo, preguntas y respuestas. Gracias a todos
ResponderEliminarPues yo escribí una tesis para posgrado en historia del arte en 2007 y justo hago un análisis de varios diablos en las películas de la pasión de Cristo. Ojalá conocieran mi texto incluyéndote a ti porque lo que dices no tiene nada de original, de hecho hay muchas cosas que yo propongo desde años atrás. Eso es lo malo cuando se ignora que no descubrimos el hilo negro. Para escribir sobre algún tema debemos informarnos si no hizo ya antes.
ResponderEliminarMi tesis es: la imagen andrógina del mal en la pasión de Cristo de Anel Gibson. Mi nombre: Alejandrina Castañeda maestra en historia del arte por la UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO
Y si se tratara de Lilith la interpretacion del demonio mujer?
ResponderEliminarEn mi opinión da la secuencia de imágenes es ya habíamos visto a Lucifer tentando a Jesús y nos lo presentaron así andrógino dado que se trata del Ángel caído y Los Ángeles son asexuales.
ResponderEliminarRespecto al Bebé esta se representa en el preciso momento de l tortura, Lucifer está presente y observa el acto, mientras el Romano ordena y cuenta cada golpe, luego el demonio aparece de nuevo cargando a este Bebé pero si se fijan el rostro es muy parecido a el del Romano, como dando a entender que este ha sido manipulado por el mismo Demonio para que su castigo sea peor, como dando a entender que fue una advertencia y que los humanos son manipulables al demonio. Una burla muy directa hacia Jesus ya que todo él víacrucis ha sido una terrible tortura y lo peor está por llegar.
Como sellama la mama deSatanas
ResponderEliminarLa actriz que encarna a Satanás en la película "La Pasión de Cristo" (y a la que vemos en una escena como la madre del bebé horrendo) es Rosalinda Celentano, de origen italiano. Puedes ver su CV fílmico en estas dos enlaces:
ResponderEliminarhttps://es.wikipedia.org/wiki/Rosalinda_Celentano
https://www.lavanguardia.com/peliculas-series/personas/rosalinda-celentano-8778