Tres meses antes de su estreno en Argentina, México y España (los días 4 y 5 de diciembre), la campaña publicitaria de Éxodo: Dioses y Reyes, de Ridley Scott, continúa in crescendo.
El ejemplo más reciente es una entrevista "exclusiva" con el director del filme en Yahoo! Australia, junto a nuevas fotografías del rodaje. Esas fotos parecen escogidas para desmontar la acusación de “racismo étnico”, pues todas resaltan a actores del Medio y Lejano Oriente, o de algún país latino.
En el comienzo de este post vemos a Ramses II (Joel Edgerton) y a su esposa Nefertari, interpretada por la actriz iraní Goldshifteh Farahani. A la derecha de estas líneas, Ramsés II con su oficial militar, el Comandante Khyan, al que da vida Dar Salim, un actor danés nacido en Irak.
Abajo vemos la boda de Moisés y Séfora, oficiada por su padre Jetro, interpretado por Kevork Mailkyan, un armenio nacido en Turquía. Pero lo más interesante es el personaje de Séfora, esposa de Moisés, interpretada por la actriz española María Valverde. Una gran aportación española: más abajo podemos ver un fabuloso primer plano de esta actriz. Finalmente, y en un tono más familiar, vemos a Moisés hablando con Nun, interpretado por el conocido actor Ben Kingsley.
A las fotos que muestran la diversidad étnica de sus actores, el Departamento de Marketing ha unido una entrevista con Ridley Scott que ha sido muy preparada (una acción de marketing estratégico o "marketing de atracción"). En ella, el director insiste en "la experiencia" (más que el beneficio) que la película ha supuesto en su vida, y en cómo ésta le ha ayudado a comprender la historia del pueblo judío. Sin embargo, comete algunas imprecisiones históricas. Afirma que le sorprendió descubrir lo cercanos que estuvieron Moisés y Ramsés durante su juventud (aunque la Biblia no dice en ningún momento que ambos crecieran juntos). Scott comenta también que la historia se desarrolla "hace 5.000 años", aunque los historiadores sitúan el reinado de Ramsés II hace unos 3.200 años.
Con respecto al argumento, ha dado ya la primera pista, aludiendo a las dudas de Moisés en la película:
- ¿Cómo fue la experiencia de hacer Éxodo?
- Fue mucho más allá de mis expectativas. Pienso que la estructura fundamental de la historia es la riqueza del contexto emocional, los retos que asume Moisés y la duda interior a la que se enfrenta, todo eso es increíble. Y Moisés sigue teniendo dudas acerca de sí mismo, y de lo que él siente y lo que no siente; de qué debe creer y qué no. Es un viaje emocional. Nunca había trabajado con Christian [Bale] antes, y él dio de sí mucho más allá de mis expectativas. Fue fantástico.
La entrevista no se refiere directamente a la controversia sobre el origen étnico de los actores, pero el director ha querido deslizar algunos comentarios para incidir en cómo se preocupó de reunir un reparto internacional:
- ¿Qué tenía en mente cuando pensó en este reparto?
- Egipto era -como es ahora- una confluencia de culturas, el resultado de ser una encrucijada geográfica entre África, Oriente Medio y Europa. Decidí que los actores principales fueran de diferentes etnias para reflejar esta diversidad de culturas: desde los iraníes a los españoles o a los árabes. Hay muchas teorías sobre el origen étnico de la población egipcia, y tuvimos un montón de discusiones sobre cómo representar mejor esa diversidad cultural.
Scott elude también la respuesta a una pregunta directa acerca de cómo las diversas religiones pueden acoger la película:
- ¿Le preocupa cómo las comunidades religiosas recibirán la película?
- Trato de ser lo más respetuoso y honesto posible, porque mi trabajo es ponerme en la posición de Moisés, un hombre que tiene fe, y contar su historia. En asociación con un actor -en este caso un actor maravilloso, Christian Bale- quiero honrar esa historia y ese hombre. Empleé un montón de tiempo en el casting de esta película y lo escogí con mucho cuidado. Y como ya he dicho, creo que nuestros actores han hecho un trabajo maravilloso.
Las espadas siguen en alto. En todo caso, está claro que la película seguirá dando que hablar en las semanas previas a su estreno.
El ejemplo más reciente es una entrevista "exclusiva" con el director del filme en Yahoo! Australia, junto a nuevas fotografías del rodaje. Esas fotos parecen escogidas para desmontar la acusación de “racismo étnico”, pues todas resaltan a actores del Medio y Lejano Oriente, o de algún país latino.
En el comienzo de este post vemos a Ramses II (Joel Edgerton) y a su esposa Nefertari, interpretada por la actriz iraní Goldshifteh Farahani. A la derecha de estas líneas, Ramsés II con su oficial militar, el Comandante Khyan, al que da vida Dar Salim, un actor danés nacido en Irak.
Abajo vemos la boda de Moisés y Séfora, oficiada por su padre Jetro, interpretado por Kevork Mailkyan, un armenio nacido en Turquía. Pero lo más interesante es el personaje de Séfora, esposa de Moisés, interpretada por la actriz española María Valverde. Una gran aportación española: más abajo podemos ver un fabuloso primer plano de esta actriz. Finalmente, y en un tono más familiar, vemos a Moisés hablando con Nun, interpretado por el conocido actor Ben Kingsley.
A las fotos que muestran la diversidad étnica de sus actores, el Departamento de Marketing ha unido una entrevista con Ridley Scott que ha sido muy preparada (una acción de marketing estratégico o "marketing de atracción"). En ella, el director insiste en "la experiencia" (más que el beneficio) que la película ha supuesto en su vida, y en cómo ésta le ha ayudado a comprender la historia del pueblo judío. Sin embargo, comete algunas imprecisiones históricas. Afirma que le sorprendió descubrir lo cercanos que estuvieron Moisés y Ramsés durante su juventud (aunque la Biblia no dice en ningún momento que ambos crecieran juntos). Scott comenta también que la historia se desarrolla "hace 5.000 años", aunque los historiadores sitúan el reinado de Ramsés II hace unos 3.200 años.
Con respecto al argumento, ha dado ya la primera pista, aludiendo a las dudas de Moisés en la película:
- ¿Cómo fue la experiencia de hacer Éxodo?
- Fue mucho más allá de mis expectativas. Pienso que la estructura fundamental de la historia es la riqueza del contexto emocional, los retos que asume Moisés y la duda interior a la que se enfrenta, todo eso es increíble. Y Moisés sigue teniendo dudas acerca de sí mismo, y de lo que él siente y lo que no siente; de qué debe creer y qué no. Es un viaje emocional. Nunca había trabajado con Christian [Bale] antes, y él dio de sí mucho más allá de mis expectativas. Fue fantástico.
La entrevista no se refiere directamente a la controversia sobre el origen étnico de los actores, pero el director ha querido deslizar algunos comentarios para incidir en cómo se preocupó de reunir un reparto internacional:
- ¿Qué tenía en mente cuando pensó en este reparto?
- Egipto era -como es ahora- una confluencia de culturas, el resultado de ser una encrucijada geográfica entre África, Oriente Medio y Europa. Decidí que los actores principales fueran de diferentes etnias para reflejar esta diversidad de culturas: desde los iraníes a los españoles o a los árabes. Hay muchas teorías sobre el origen étnico de la población egipcia, y tuvimos un montón de discusiones sobre cómo representar mejor esa diversidad cultural.
Scott elude también la respuesta a una pregunta directa acerca de cómo las diversas religiones pueden acoger la película:
- ¿Le preocupa cómo las comunidades religiosas recibirán la película?
- Trato de ser lo más respetuoso y honesto posible, porque mi trabajo es ponerme en la posición de Moisés, un hombre que tiene fe, y contar su historia. En asociación con un actor -en este caso un actor maravilloso, Christian Bale- quiero honrar esa historia y ese hombre. Empleé un montón de tiempo en el casting de esta película y lo escogí con mucho cuidado. Y como ya he dicho, creo que nuestros actores han hecho un trabajo maravilloso.
Las espadas siguen en alto. En todo caso, está claro que la película seguirá dando que hablar en las semanas previas a su estreno.
Rydley Scott me parece un magnífico creador de ambientes "imaginarios" y un estupendo "contador" de historias "irreales", por eso la ciencia ficción me parece su mundo, pero con "Gladiator" ya perdió la ocasión de mostrar el verdadero mundo de los gladiadores romanos. Otro tanto le ocurrió con "El reino de los cielos" y es que no se puede impostar nuestro modo de pensar a unos hombres del medievo sin cometer un anacronismo peligroso. Cecil B. de Mille no presumía de ser fiel a los relatos históricos que filmaba, y por eso puede perdonársele casi todo en sus "Los diez mandamientos" cuyo recuerdo creo que le será muy difícil de borrar a Scott. Espero equivocarme ahora con "Exodus".
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