¡Al fin ve la luz! He tardado casi dos años en escribirlo, y esta semana llega -¡por fin!- a las librerías. "
Jesucristo en el cine": 224 páginas y 85 fotos de filmes sobre Jesús. Lo edita Rialp, que lo ha incluido en sus
Novedades de octubre. No he querido hablar de él hasta que saliera, y ahora lo hago con gran alegría,
porque es un libro en el que he puesto el alma entera.
Sin duda, ha sido el proyecto más ilusionante de mi vida, y
el libro más personal de todos los que he escrito. Pero también un libro doloroso, porque han sido 24 meses de dura pelea con el ordenador, con las ideas, con los materiales de partida… Incluso con las fotos: primero había que conseguirlas, después conseguir los derechos y finalmente arreglarlas en el Photoshop. Por experiencias anteriores,
sabía ya lo que es batallar con un libro: escribirlo, darlo a leer para que “te lo destrocen”, corregirlo y también editarlo: las pruebas, las galeradas, las erratas... Éste, si cabe, ha sido aún más laborioso.
¿Cómo se me ocurrió escribirlo? Fue un proceso largo.
Comencé a rumiar la idea a mediados de 2007, cuando caí en la cuenta del interés que la figura de Jesucristo despertaba en nuestra sociedad. Me llamaba la atención, sobre todo, el impacto que producía cada nueva película sobre Jesús. “
La Pasión de Cristo”, por ejemplo,
hizo que volvieran a los cines muchísimas personas que habían dejado de ir: porque al fin encontraban una historia que les decía algo. Y no sólo conmovió a los cristianos, también –y sobre todo- movilizó a los no creyentes. Muchos que no habían leído jamás los Evangelios querían oír su palabra: verle, conocerle, escucharle; descubrir cómo fue la pasión de Jesucristo y hasta qué punto nos amó. Así actuaban los filmes que reflejaban verdaderamente su vida y su doctrina. Pero también los que distorsionaron la imagen de Jesús (los “Código Da Vinci” y compañía)
pusieron sobre el tapete una verdad incontestable: Jesucristo interesa mucho, e interesa también a muchos.
A la vista de esa realidad, empecé a preguntarme:
¿qué imagen de Jesucristo nos ha transmitido el cine? O dicho de otro modo:
¿qué respuesta han dado las películas a esa pregunta que tanta gente se hace hoy: ‘quién fue Jesús de Nazaret’? Estas dos decisivas cuestiones fueron la causa de que comenzara a recopilar documentos y empezara a escribir esas páginas. Después, como era mucho el material sobrante, se me ocurrió que podía ser un proyecto para toda la vida. Y así nació este blog
Ciertamente, en este largo proceso de más de dos años, mi único propósito ha sido dar cumplida contestación a aquellos dos interrogantes.
Sobre ellos fui saltando de una película a otra, pero siempre en busca de esas dos respuestas que dan estructura y consistencia al libro.
Para el lector que quiera saber algo más de él, diré que se articula en siete capítulos. El primero trata de explicar cómo el cine influye en nuestros valores y creencias personales. Ahí trato de analizar
la potencialidad de la imagen cinematográfica para cambiar las actitudes y transformar los propios ideales, para imponer modelos y estilos de vida. Y así acabé adentrándome en dos cuestiones básicas que explican la influencia del cine en el espectador: la legitimación de conductas en las películas y la transferencia de personalidad con los personajes.
El segundo capítulo ofrece
una amplia panorámica histórica por todas las cintas que se han acercado a la figura de Cristo. Allí reviso la aportación y el significado de las películas más relevantes: desde la época muda hasta la actualidad, pasando por los filmes-espectáculo de Hollywood en los años 50 y 60, las películas contestatarias de los 70 y 80, y las que aportan una nueva imagen de Cristo justo al comienzo del tercer milenio.
Los siguientes capítulos analizan en profundidad
cuatro de los grandes filmes sobre Jesucristo:
La historia más grande jamás contada,
Jesús de Nazaret,
El hombre que hacía milagros y
La Pasión de Cristo. Por la importancia de esta última cinta, su análisis acabó desdoblándose en dos capítulos: guión y producción, por un lado (las fuentes del relato, la elección de actores, la azarosa puesta en escena); y lanzamiento y controversia internacional, por otro (la campaña de “críticas” en todo el mundo, y la sorprendente y eficaz estrategia de marketing).
En cada película he prestado atención a
cinco aspectos: origen del proyecto, elaboración de la historia y de los personajes, puesta en escena y rodaje, aportación al Séptimo Arte, significación teológica e imagen de Jesús. En unas, me detengo en el retrato de la Virgen o de los Apóstoles. En otras, en los aspectos de la predicación de Jesús. En todas, en su peculiar construcción narrativa.
Sólo espero que, quien se anime a leerlo, encuentre en esas páginas
la misma luz e inspiración que yo he descubierto al escribirlo. Y es que, en el fondo, la vida de Jesús sigue iluminando a todos, también a través del cine.