En dos ocasiones he hablado en este blog del proyecto cinematográfico Kingdom Come, una película sobre la vida de Jesús, centrada en la relación de Cristo con sus Apóstoles, que iba a ser filmada en Nueva Zelanda en el año 2010. Tras un primer parón, el proyecto se retomó a finales de 2009. Se construyeron los sets, se contrataron los extras y, de repente, ... todo quedó en el aire.
Parecía que el proyecto había sucumbido. Sobre todo cuando, en enero de 2011, el Dominion Post informó de que uno de los escenarios se había derrumbado y había tenido que ser desmantelado por el ejército. Posteriormente, en diciembre pasado, los productores incumplieron la fecha límite para pagar la deuda contraída, originalmente estimada en 5.8 millones de dólares. Como resultado, los 275 acreedores del filme aceptaron un "finiquito" global estimado en 2 millones de dólares, a repartir entre ellos.
En este mes de octubre, sin embargo, los diarios de Nueva Zelanda han informado de que la película podría estar volviendo a la vida. El Dominion Post y el Oamaru Mail han dado a conocer que la productora, South Vineyard, está comprobando la solidez de los demás escenarios. En concreto, está supervisando dos sets en North Otago: un pueblo de pescadores con puerto en el Lago Benmore, y una población del interior en Elephant Rocks, cerca de Duntroon. Si las comprobaciones dan resultados aceptables, parece que podrían fijar un calendario próximo para la pre-producción y la producción del filme.
Esperemos que este proyecto, impulsado y protagonizado por Eduardo Verastegui (tenía asignado el papel de San Pedro), pueda mostrar –una vez más- la vigencia de la figura de Jesucristo en el cine actual.
Parecía que el proyecto había sucumbido. Sobre todo cuando, en enero de 2011, el Dominion Post informó de que uno de los escenarios se había derrumbado y había tenido que ser desmantelado por el ejército. Posteriormente, en diciembre pasado, los productores incumplieron la fecha límite para pagar la deuda contraída, originalmente estimada en 5.8 millones de dólares. Como resultado, los 275 acreedores del filme aceptaron un "finiquito" global estimado en 2 millones de dólares, a repartir entre ellos.
En este mes de octubre, sin embargo, los diarios de Nueva Zelanda han informado de que la película podría estar volviendo a la vida. El Dominion Post y el Oamaru Mail han dado a conocer que la productora, South Vineyard, está comprobando la solidez de los demás escenarios. En concreto, está supervisando dos sets en North Otago: un pueblo de pescadores con puerto en el Lago Benmore, y una población del interior en Elephant Rocks, cerca de Duntroon. Si las comprobaciones dan resultados aceptables, parece que podrían fijar un calendario próximo para la pre-producción y la producción del filme.
Esperemos que este proyecto, impulsado y protagonizado por Eduardo Verastegui (tenía asignado el papel de San Pedro), pueda mostrar –una vez más- la vigencia de la figura de Jesucristo en el cine actual.