(JUAN JESÚS DE CÓZAR) La segunda producción del artista mexicano Eduardo Verástegui se estrena en nuestras pantallas el próximo 30 de octubre. El productor y actor de “Bella”·(2008) se encuentra estos días en nuestro país para promocionar “Little Boy”, una cinta sobre la que ya informamos en este blog, y que viene precedida de su buena acogida en USA (6,5 millones de dólares de recaudación) y de un éxito rotundo en México, donde ha sido vista por más de 3 millones de espectadores.
Como en el caso de “Bella”, Verástegui ha contado para la dirección de “Little Boy” con su amigo Alejandro Monteverde, al que desde este blog enviamos todo nuestro apoyo con motivo del secuestro y posterior asesinato de su padre y uno de sus hermanos, el pasado mes de septiembre.
“Little Boy” cuenta con un inspirado guión del propio Monteverde y de Pepe Portillo, con una vistosa producción –se notan los 20 millones de dólares del presupuesto– y con actores de la talla Emily Watson y Tom Wilkinson, bien secundados por Ben Chaplin, Michael Rapaport, Jakob Salvati, Cary-Hiroyuki, Kevin James y el propio Verástegui, que se reserva un breve papel.
El film transcurre en una pequeña localidad de California y se centra en la historia del pequeño Pepper Busbee. Aunque acosado por algunos de sus compañeros de colegio a causa de sus problemas de crecimiento, es un niño feliz junto a su padre –amigo y compañero de imaginarias aventuras–, su madre y su hermano mayor. La movilización del padre para participar en la segunda guerra mundial es un duro golpe para toda la familia, pero en especial para Pepper, que a partir de ese momento se empeñará en lograr su regreso, inspirado por su héroe de cómic; una empresa aparentemente desproporcionada, que le conducirá por un camino de crecimiento interior.
Muchos son los temas que toca “Little Boy”, pero dejemos que sea el propio Verástegui quien lo explique: “Vamos a ver, a través de la mirada de un niño de ocho años, cómo enfrenta los prejuicios, el maltrato, la discriminación, el racismo…, cómo resuelve todos esos problemas poniendo el amor en acción”. La película tiene como objetivo ‑continúa‑ “despertar la niñez que hay dentro de cada uno” y busca poner en valor tres elementos: “Fe, amor y esperanza”.
Alejandro Sanz, amigo de Verástegui, ha grabado un vídeo recomendando la película, que puede verse aquí. Un apoyo que Verástegui agradece, porque “en Hollywood, y en cualquier parte del mundo, vivir una vida coherente, con principios, tratando de ser una persona íntegra, es difícil. (…) Y yo conozco mucha gente en Hollywood que todos los días lucha duro para vivir esa congruencia y eso me inspira a querer hacer lo mismo”. Ojalá el público español sepa también apreciar el esfuerzo del productor.
Como en el caso de “Bella”, Verástegui ha contado para la dirección de “Little Boy” con su amigo Alejandro Monteverde, al que desde este blog enviamos todo nuestro apoyo con motivo del secuestro y posterior asesinato de su padre y uno de sus hermanos, el pasado mes de septiembre.
“Little Boy” cuenta con un inspirado guión del propio Monteverde y de Pepe Portillo, con una vistosa producción –se notan los 20 millones de dólares del presupuesto– y con actores de la talla Emily Watson y Tom Wilkinson, bien secundados por Ben Chaplin, Michael Rapaport, Jakob Salvati, Cary-Hiroyuki, Kevin James y el propio Verástegui, que se reserva un breve papel.
El film transcurre en una pequeña localidad de California y se centra en la historia del pequeño Pepper Busbee. Aunque acosado por algunos de sus compañeros de colegio a causa de sus problemas de crecimiento, es un niño feliz junto a su padre –amigo y compañero de imaginarias aventuras–, su madre y su hermano mayor. La movilización del padre para participar en la segunda guerra mundial es un duro golpe para toda la familia, pero en especial para Pepper, que a partir de ese momento se empeñará en lograr su regreso, inspirado por su héroe de cómic; una empresa aparentemente desproporcionada, que le conducirá por un camino de crecimiento interior.
Muchos son los temas que toca “Little Boy”, pero dejemos que sea el propio Verástegui quien lo explique: “Vamos a ver, a través de la mirada de un niño de ocho años, cómo enfrenta los prejuicios, el maltrato, la discriminación, el racismo…, cómo resuelve todos esos problemas poniendo el amor en acción”. La película tiene como objetivo ‑continúa‑ “despertar la niñez que hay dentro de cada uno” y busca poner en valor tres elementos: “Fe, amor y esperanza”.
Alejandro Sanz, amigo de Verástegui, ha grabado un vídeo recomendando la película, que puede verse aquí. Un apoyo que Verástegui agradece, porque “en Hollywood, y en cualquier parte del mundo, vivir una vida coherente, con principios, tratando de ser una persona íntegra, es difícil. (…) Y yo conozco mucha gente en Hollywood que todos los días lucha duro para vivir esa congruencia y eso me inspira a querer hacer lo mismo”. Ojalá el público español sepa también apreciar el esfuerzo del productor.