domingo, 31 de marzo de 2013

La Resurrección de Jesús en el Cine

Hoy, día de la Resurrección del Señor, es un buen momento para ver cómo han reflejado este episodio las principales películas. Hoy hablaré de tres filmes clásicos, y mañana de dos más recientes.

En Rey de Reyes (1961), dirigida por Nicholas Ray, el pasaje de la Resurrección sigue a pies juntillas el relato evangélico de San Juan. María Magdalena (Carmen Sevilla) ha pasado la noche entera en el exterior del sepulcro, porque quiere embalsamar el cuerpo del Señor en cuanto pase el sábado (día de obligado descanso para los judíos). Al despertar, “todavía muy temprano, cuando aún estaba oscuro… vio quitada la piedra del sepulcro” (Jn 20, 1). Se asoma, ve los lienzos depositados sobre la losa, “y entonces echó a correr” (Jn 20, 2).

Profundamente agitada, pues piensa que “se han llevado al Señor” (Jn 20, 2), sale en busca de alguien que pueda darle razón de lo que sucede. Alejándose de allí (el relato fílmico omite el encuentro de María con Pedro y Juan, y la carrera de estos hacia el sepulcro), la Magdalena divisa a un hombre que está vuelto de espaldas tanto hacia la cámara como hacia ella. “Pensando que era el hortelano, le dijo: ‘Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto’ (Jn 20, 15).

Sin volverse hacia ella, el hombre inicia el diálogo que recoge S. Juan: “Mujer, ¿por qué lloras?”. “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto”. En ese instante , es Jesús (Jeffrey Hunter) quien se vuelve –no María Magdalena- y exclama su nombre. Ella le reconoce (aquí más por la visión de su rostro que por escuchar su voz) y grita: “¡Maestro!”. Jesús le dice: “No me toques, porque aún no he subido a mi Padre. Ve a mis discípulos, y diles que asciendo a mi Padre y a vuestro Padre” (Jn 20, 15-1). El filme concluye el discurso de Jesús con una frase de Mateo: “Diles que vayan a Galilea, allí me verán” (Mt 28, 10).


En 1973, y como consecuencia de dos filmes polémicos (Jesucristo Superstar y Godspell), se concibió la idea de producir un serial televisivo sobre la vida de Jesús. Un proyecto de clara inspiración cristiana, que llevaron adelante la RAI (católica) y la BBC (anglicana). La imagen que la serie nos da de Cristo es clara, brillante, muy divina.

En su relato de la Resurrección, el director Franco Zeffirelli quiso subrayar sobe todo los sentimientos y las reacciones de los personajes. La secuencia arranca con la llegada de María Magdalena y otras dos mujeres (en esto sigue a Mc 16, 1), todavía con las brumas del amanecer. Los soldados dormitan, pero uno despierta: “¿Quiénes sois?”. La Magdalena es quien lidera el grupo: “Somos la familia de Jesús” (Aquí evoca una frase de Jesús: “El que cumple la Voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi Madre”). “¿Y qué queréis?” “Entrar en la tumba para ungir el cuerpo y llevarle ropa limpia, perfumes…”. El afecto humano de los seguidores de Cristo queda manifiesto en el diálogo. Tanto, que conmueve a los soldados: “Está bien. Pero necesitaréis un ejército para remover la piedra”.

En el trayecto al sepulcro, dos jóvenes y misteriosos labriegos les dicen desde una loma: “¿Por qué buscáis a los vivos entre los muertos? Jesús no está aquí?”. (Zeffireli traslada a esta escena previa el encuentro de las mujeres con dos ángeles en la entrada del sepulcro). Ellas les toman por locos y siguen adelante; pero, al llegar al sepulcro, descubren que, en efecto, Jesús no está. María Magdalena vuelve entonces sobre sus pasos, pero los dos jóvenes han desaparecido.

Sigue una breve escena, en la que el tribuno sospecha que sus soldados se han dormido en la guardia. Y, a continuación, el director italiano centra su atención en las actitudes de los apóstoles. Llega al cenáculo Felipe, y todo son recelos de que puedan correr la misma suerte que Jesús. Preguntan a Pedro, que ya entonces hace cabeza en el colegio apostólico, y él responde: “Debemos hacer lo que el Maestro hubiera querido”. Ya no hay dudas ni negaciones en Pedro. Empieza a ser la piedra sobre la que se edifica la Iglesia.

En el instante en que Tomás duda de que Jesús pueda volver, llega María Magdalena y afirma conmovida: “¡Le he visto! ¡Al Maestro! Ha resucitado”. A continuación, la cámara enfoca la reacción de Pedro. Por ese primer plano, y por las citas antes señaladas, podemos concluir que este relato de la Resurrección sigue bastante de cerca el Evangelio de Marcos, que recoge sobre todo la predicación de S. Pedro. Y es que, por encima de la continuidad escriturística, lo que busca Zefirelli en este pasaje es retratar la reacción de los personajes: la emoción y el amor de la Magdalena, la autoridad de Pedro, el temor de los apóstoles, la tosquedad de los soldados, la incredulidad del tribuno

(Para ver la escena, pinchar en el fotograma).


A las puertas del tercer milenio, y tras algunas cintas polémicas (La última tentación de Cristo, Jesús de Montreal) que omiten deliberadamente la secuencia de la Resurrección, varias películas se proponen reflejar una nueva imagen de Cristo: más equilibrada e históricamente precisa.

Frente al Jesús exclusivamente divino de los sesenta (Rey de Reyes, La historia más grande jamás contada) y frente al Jesús “revolucionario” de los 70 y 80 (Jesucristo Superstar, Jesús de Montreal), los nuevos filmes van a tratar de mostrar a un Jesús que es Dios y Hombre al mismo tiempo: muy divino en sus milagros y en su mensaje, pero también muy humano en la preocupación por su Madre y por todos los que le siguen.

El primer fruto de esta nueva tendencia vino de la mano de Ettore Bernabei, un productor italiano que produjo con la CBS la miniserie Jesús (1999), de cuatro horas de duración, dirigida por Roger Young e interpretada por Jacqueline Bisset, Jeremy Sisto y Debra Messing. Jesús habla de su condición divina, pero a la vez sonríe, bromea y dialoga afectuosamente con los apóstoles.

En el relato de la Resurrección, Young ha creado una puesta en escena que hila muy bien las distintas versiones de los evangelistas. Sobre todo, sigue muy de cerca el relato de S. Juan. La mañana del Domingo, María Magdalena se dirige al sepulcro. Ve la piedra removida (Jn 20, 1) y corre al cenáculo para decir a los apóstoles que “¡Han robado su cadáver!” (Jn 20, 2). Pedro y Juan salen corriendo hacia el sepulcro (Jn 20, 3). Juan corre más y llega antes, pero sólo se asoma en la entrada. Enseguida llega Pedro y entra (Jn 20, 4-6).

Entonces surge el diálogo entre la razón y el amor, dos caminos para llegar a la Fe. Pedro dice: “No está” (es lógico y razonable pensar que lo han robado), pero Juan contesta: “Ha resucitado”. Pedro sigue hablando el discurso de la razón: “Resucitado no, han robado su cadáver”. Juan, movido por el amor, ha alcanzado ya la Fe: “Pero Él dijo al tercer día resucitaré”. Y Pedro cree al fin (Se trata de una licencia, pues el evangelista dice que el único que creyó es Juan: Jn 20, 10).

Al salir del sepulcro, se topan con María Magdalena, que ha vuelto. Ellos se van corriendo a decir a todos que Jesús ha resucitado (nueva licencia del director) mientras ella se queda desconsolada junto a la tumba (Jn 20, 11). Por detrás de un alto palmeral, se oye una voz que dice: “Mujer, ¿por qué lloras?” (Jn 20, 15). Magdalena no reconoce aún la voz de Jesús, y le dice, tomándole por el hortelano: “Si te has llevado a mi Señor, dime dónde lo has puesto”. Jesús sale de la zona arbolada y dice, a la vista de ella: “¡María!”. Y ella grita: “¡Maestro!” y le abraza emocionada (Jn 20, 16). Una reacción mucho más efusiva que la sugerida en el Evangelio (“No me toques”, le dice Jesús) y más expresiva que las reflejadas en filmes anteriores.

Además, aquí el reconocimiento de Jesús no se produce porque Él se vuelva hacia ella (como en Rey de Reyes) sino por la elevada maleza, lo cual es más razonable. No recoge con exactitud las palabras de S. Juan (“Ella se volvió”), pero sí la sugerencia de que el descubrimiento se produce cuando escucha su nombre. Descubrir que Dios la llama por su nombre, personalmente, con un tono conmovido de infinito cariño, es algo que la cinta sugiere, aunque no lo haya reflejado por completo.

Después vendrá también la reticencia de Tomás y el testimonio de María Magdalena, justo antes de la aparición de Jesús (Jn 20, 24-29), pero esto queda ya fuera del vídeo que ahora presento. Lo que muestro es suficiente para ver cómo Roger Young ha sabido plasmar en imágenes todos los sucesos de aquella intensa mañana y todas las reacciones de los personajes principales. Todo en apenas 3 minutos y siguiendo enteramente el relato de S. Juan.

viernes, 29 de marzo de 2013

Reportaje sobre "Jesucristo en el cine" publicado hoy en la prensa

En La Opinión de Málaga me han publicado hoy un reportaje sobre "Jesucristo en el cine": un rápido panorama por la historia del Séptimo Arte para descubrir qué imagen de Jesús han configurado las películas.

En este recorrido, veremos que Cristo es el personaje histórico más veces reflejado en la pantalla: más de 150 filmes han abordado diversos aspectos de su vida. Y a lo largo de las décadas, la imagen ha ido cambiando. En la época muda, los filmes eran solemnes y respetuosos, y sobre todo estáticos: una colección de escenas, a modo de estampas, que el espectador reconoce fácilmente. En los años 50 y 60, Hollywood apuesta por el espectáculo y crea grandes superproducciones, con decorados gigantescos y estrellas consagradas: Rey de Reyes, Ben Hur, La historia más grande jamás contada.

En los 70, Jesús aparece con otro rostro: menos divino, más humano y social; un Jesús contestatario y hippy: Godspell, Jesucristo Super-Star. Y, tras unos convulsos años 80, a finales de los 90 y comienzos del tercer milenio surge una imagen más equilibrada y fiel: un Jesús al que no se le resta su Humanidad (como sucedía en los filmes de los 60) ni tampoco su Divinidad (como sucedía en los de los 70). Un Jesús divino y humano: es Dios, y le vemos obrar milagros, predicar un mensaje sublime y entregar su vida para redimirnos; y es Hombre, y por eso le vemos alegre en ocasiones y triste en otras, atento con su Madre y con los Apóstoles, preocupado por quienes le siguen y manifestando los mismos sentimientos que cualquiera de nosotros puede experimentar: Jesús, El hombre que hacía milagros, La pasión de Cristo.

Espero que este este reportaje os guste y os sirva para vivir este último tramo de la Semana Santa.


miércoles, 27 de marzo de 2013

La relación de Jesús con su Madre en "La Pasión de Cristo"

Estamos en plena Semana Santa, y en estos días las televisiones suelen programar películas que nos hagan recordar aquellos inmortales sucesos. Entre todas las cintas, “La Pasión de Cristo”, de Mel Gibson, destaca por la fuerza de sus imágenes y la profundidad teológica.

En mi libro “Jesucristo en el cine” dedico bastante espacio a comentar un aspecto de este filme: la relación entre Cristo y su Madre que vemos en las escenas del Vía Crucis. Una relación maravillosa, llena de matices –humanos y sobrenaturales- que ayuda a entender la íntima fusión de sus almas en la común tarea de la Redención.

Para completar lo que de esa relación señalan los Evangelios, Gibson se inspiró en antiguas tradiciones cristianas. Una de ellas es el encuentro del Señor con su Madre, justo después de su primera caída. Jesús cae bajo el peso de la cruz, y la Virgen se apresura a socorrerle. Un oportuno flash-back nos traslada a una escena paralela de la infancia, cuando Jesús niño tropieza y cae, y María se apresura a también a socorrerle: “Aquí estoy, a tu lado”, parece decir en ambas escenas. La transposición de planos temporales establece aquí un marco muy emotivo, que invita al espectador a la reflexión y a la contemplación.

Por otra parte, el encuentro de ambos en esta escena adquiere un significado muy especial, muy teológico: la Virgen se nos muestra totalmente volcada en cumplir la Voluntad de Dios, y Jesús aparece con una clara conciencia de estar redimiendo a la humanidad: “¿Ves, Madre, como hago nuevas todas las cosas?”.

En apoyo de esta idea, quiero aportar ahora las citas de algunas críticos cinematográficos que han señalado también esta profunda afinidad:

1. “La Pasión de Mel Gibson”, por Juan Orellana: Director del Departamento de Cine de la Conferencia Episcopal Española
Mel Gibson se ha aproximado a una historia mil veces contada en el cine, una historia conocida hasta en sus diálogos, sus escenas, personajes y tramas secundarias, y ha sabido recrearla y adecuarla al lenguaje cinematográfico moderno de tal forma que sorprende, impacta, emociona, e incluso puede afectar a lo más hondo del corazón y la conciencia del espectador. (…) Fiel a la historicidad de los sucesos, Gibson se permite unas licencias –como todos los cineastas que han llevado a Jesús a la pantalla–, que son sencillamente deliciosas. Licencias que podrían haber ocurrido perfectamente, pero de las que no tenemos constancia. Por ejemplo, (…) si nos fijamos, varias veces que Cristo cae, encuentra fuerzas para incorporarse cuando sus ojos descubren a su Madre. Otra invención preciosa que aparece en la película es un flash back muy breve en el que Jesús toma el pelo a María en su carpintería de Nazareth, mientras inventa la mesa moderna. “Eso no tiene futuro”, le dice María”. (Ver aquí el artículo entero).

2. “La Pasión de Cristo”, por Juan Manuel de Prada: Escritor y columnista

Habría que anticipar, antes de referirnos a otros aspectos más concretos, que Mel Gibson ha querido completar una obra declaradamente católica. Aunque en Estados Unidos hayan sido las comunidades evangélicas quienes con más ahínco la han defendido, la película aborda algunos asuntos medulares de la fe católica –así, el vínculo existente entre el sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la misa– que un protestante no puede llegar a comprender plenamente. Su catolicismo militante se trasluce, sobre todo, en el tratamiento de la figura de María, a quien en todo momento se muestra sabedora y consciente de la misión salvífica de su Hijo. (…) Pienso, también, en uno de los momentos más sublimes de la película, en el que María pega el rostro al suelo; un pudoroso movimiento de cámara nos descubre que, justamente debajo de ese lugar, se halla Jesús, aherrojado en una mazmorra: la empatía entre madre e hijo que se transmite en estos fotogramas es de una delicadeza conmovedora”. (Ver aquí el artículo entero).

3. “La Pasión de Cristo: el Hijo y la Madre, según Mel Gibson”, de Julio Rodríguez Chico: Autor de la web “La mirada de Ulises”

Me llama la atención la conseguida ambientación de un momento histórico concreto y especialmente la recreación de unos personajes que caminan a distinta velocidad y por distinta órbita que el resto. Vemos cómo Jesucristo y su madre María parecen saborear la trascendencia de unos momentos sublimes para la Humanidad, que son a la vez inefables para el espectador del Gólgota y para el de la sala de cine. Ellos no entienden de violencia, venganza ni odio… y su rostro en cambio sí refleja la serenidad y paz, y también intimidad y dulzura de una relación que supera a la de madre-hijo. De ahí esos flash back en que se evocan tiempos de la infancia o de la juventud en el taller, o esas miradas que Jim Caviezel y Maia Morgenstern llenan de contenido y profundidad su relación y la misma pantalla. (…)Por eso, “La Pasión de Cristo” no es solo un film histórico sino que fundamentalmente es una película de personajes, y no es solo una cinta con violencia o sangre –sería un grave reduccionismo– sino de actitudes vitales ante la verdad de uno mismo y de lo que sucede alrededor”. (Ver aquí el artículo entero).

Feliz Semana Santa. Y feliz cine para estos días tan especiales.

lunes, 25 de marzo de 2013

Antena 3 estrena la serie televisiva "La Biblia"

Hoy lunes 25 de marzo, a las 22.00 horas, Antena 3 estrena en exclusiva La Biblia, la producción de History Channel que narra los principales episodios de las Sagradas Escrituras, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

La Biblia narra los episodios más significativos de las Sagradas Escrituras incluyendo el viaje de Noé en el arca, el Éxodo, la historia de Abraham, así como el nacimiento, la muerte y la resurrección de Jesucristo. Estas historias se desarrollan a través de narraciones muy vivas e imágenes vanguardistas creadas por ordenador, de forma que ofrecen una nueva visión de las escenas bíblicas más conocidas.

En el estreno de hoy lunes, la producción comienza con Noé, dentro de su arca, soportando la ira de Dios tras la debilidad mostrada por Adán. Dios ha mandado a la tierra un gran diluvio para limpiar a la humanidad y ofrecer un nuevo comienzo. Años más tarde, un descendiente de Noé, Abraham, recibe un mensaje de Dios. Le ofrece una tierra para él, pero  Le advierte que el camino hasta llegar a ella será arduo. Su único descendiente, su sobrino Lot, emprende su propio camino y abandona a su tío para empezar una nueva vida en Sodoma, de donde escapará de la muerte cuando la pecadora ciudad sea destruida por Dios.

Mientras, Abraham llega a la Tierra Prometida pero su pacto con Dios todavía no se ha cumplido, ya que le prometió tener una descendencia tan grande como el número de estrellas y su esposa, Sara, es estéril. Pasado un tiempo, tres ángeles llegan con una sorprendente noticia: Sara está embarazada. En efecto, da a luz a Isaac. Ahora, Abraham tiene que decidir entre sus dos vástagos y decide echar de su casa a Ismael y Agar y abandonarlos a su suerte. Pero Dios le pide una última prueba. Terrible. Tiene que sacrificar al único hijo que le queda: Isaac.

domingo, 24 de marzo de 2013

Siete películas sobre la pasión de Jesús

La mayor parte de los filmes sobre Jesús abarcan su vida entera o, al menos, su vida pública. Pero, en la historia del cine, también se han producido películas centradas en el relato de la Pasión, o que han tomado ocasión de esa escena para contar una historia de profunda significación cristiana.

En este post ofrezco un breve comentario de los siete filmes que considero más importantes. En cada uno indico el director (D) y, si tiene un papel relevante, también el actor que encarnó a Jesús (J).

a) Filmes sobre la Pasión:

- La pasión de Cristo (USA, 2004). D: Mel Gibson. J: Jim Caviezel. Muestra con realismo y crudeza los tormentos que sufrió Jesús: los azotes, la subida al Calvario, la crucifixión. Vemos el papel de María en la Redención y su especial sintonía con su Hijo. Sin duda la versión más completa de los sufrimientos de Cristo, con abundantes símbolos y metáforas. La más conocida y la que más ha influido en el público. 126 min.

- Gólgota (Francia, 1935). D: Julián Duvivier. J: Robert Le Vigan. Película que mantiene muy bien el ritmo, con un guión rico en matices sobre los sentimientos de Jesús, al que muestra en una faceta a la vez divina y humana (no tan solemne como en otros filmes de la época). Duvivier tomó todos los diálogos de los Evangelios, componiendo las escenas con una estética preciosista, y con un tono lírico sin precedentes. En este filme se inspiró Zeffirelli para construir su serial televisivo Jesus de Nazaret. 95 min.

- La Passion de Notre-Seigneur Jésus Christ (Francia, 1902). D: Ferdinand Zecca, producida por la casa Pathé con fotografía de Segundo de Chomón. El público acogió el filme con entusiasmo, y Zecca decidió entonces ampliar el proyecto, escribiendo un guión más amplio que abarcaba la vida entera de Jesús. Entre 1903 y 1906, filmó otras escenas que incorporó a las ya rodadas; y al final, la cinta contenía 37 cuadros que contaban la vida entera de Cristo.

- The Passion Play of Oberammergau (USA, 1898). D: Henry Vincent, J: Frank Rusell. Este filme compitió duramente con otro de los Lumiere titulado La Vie et la Passion de Jésus-Christ. El filme de Vincent hace referencia a una representación multitudinaria que, cada cierto tiempo —desde 1634—, lleva a cabo el pueblo entero de Oberammergau, en Baviera, durante la Semana Santa. Inspirado en ella, escribió su propia historia de la Pasión y filmó la película en el Museo de cera y en el Gran Central Palace de Nueva York.

b) Filmes que dramatizan historias en torno a la Pasión:

- Ben Hur (USA, 1959). D: William Wyler. Judá Ben Hur, un aristócrata judío injustamente condenado a galeras, encuentra ayuda y consuelo en Jesús de Nazaret, a quien nunca olvidará. Con el tiempo, ambos vuelven a encontrarse en el momento de la crucifixión: un encuentro que permite a Ben Hur convertirse, volver a la fe perdida y recuperar a su madre y a su hermana, enfermas de lepra. 212 min.

- La túnica sagrada (USA, 1953). D: Henry Koster. Primera película en Cinemascope, que obtuvo cinco candidaturas a los Oscar, incluidos los de mejor película y mejor actor (Richard Burton). Burton interpreta a Marcelo Gallo, el centurión romano encargado de supervisar la crucifixión, cuya vida cambia para siempre cuando, al pie de la cruz, gana la túnica de Cristo en un juego de apuestas. 135 min.

- Barrabás (USA, 1962). D: Richard Fleischer, basada en una novela de Par Lagerkvist. La historia se centra en el personaje del malhechor (interpretado por Anthony Quinn) que fue liberado por Poncio Pilato en lugar de Jesús. Esta figura del ladrón nos es presentada con realismo, como un hombre violento y asesino, pero cuya existencia queda marcada para siempre por la obsesión de que un hombre bueno, al que muchos creían Hijo de Dios, sufrió la muerte miserable a la que él estaba condenado.

Otras películas han tratado también, directa o indirectamente, el relato de la pasión de Cristo. Pero ninguna con la fidelidad de las 4 primeras ni con la sincera emotividad de las 3 últimas. Feliz Semana Santa, también con ayuda del cine.

domingo, 17 de marzo de 2013

15 películas para esta Semana Santa


Esta semana -que, por tantos motivos, todo el mundo denomina Santa- es fecunda en representaciones de la Pasión: procesiones de pasos y tronos, obras teatrales, tradiciones centradas en la Cruz... Mil y un eventos artísticos inundan las calles y plazas de nuestro país, mostrando a las claras lo mucho que la cultura cristiana ha calado en nuestra sociedad.

Hasta hace poco tiempo, la programación televisiva se mantenía en esa línea: en estas fechas procuraba incluir filmes religiosos -que relatan la vida de Jesús o la de los primeros cristianos- para recordar a los espectadores los acontecimientos que estábamos celebrando. Últimamente, sin embargo, las parrilas de las cadenas se han distanciado un tanto de lo que conmemoramos en la Semana Santa. Y como, al haber más tiempo libre, muchas familias piensan en ver películas enriquecedoras, aptas para todos los públicos y que a la vez evoquen los acontecimientos de la Pasión, he pensado en publicar esta selección de películas, que están en los cines o que pueden encontrarse en cualquier video-club o videoteca municipal.

En otros lugares he publicado "Las 10 mejores películas sobre Jesús de Nazaret", "Las 100 películas más inspiradoras de la historia" o "Las 100 mejores películas católicas". Ahora propongo un elenco con 3 listados de filmes: 5 sobre la vida de Jesús, 4 sobre los primeros cristianos y 6 películas recientes con valores (en los cines o en DVD). El próximo domingo publicaré otro listado con "Siete películas sobre la Pasión de Cristo", y ahí comentaré más extensamente algunas que aquí señalo. Espero que la de hoy os sirva para programar el cine de las próximas semanas:

a) Vida de Jesús:

- Jesús de Nazaret (Italia, 1977), de F. Zeffirelli. Mini-serie en 4 capítulos. Todos.
- Jesús (Italia, 1999), de R. Young. Mini-serie en 2 capítulos. Para jóvenes.
- El hombre que hacía milagros (2000), de Derek W. Hayes y Stanislav Sokolov. Animación en 3-D. Para toda la familia, gustará mucho a los niños.
- La pasión de Cristo (USA, 2004), de Mel Gibson. Para jóvenes y mayores.
- Ben Hur (USA, 1959), de William Wyler. Un clásico de la Semana Santa, con dos breves apariciones de Jesús que transforman la vida de Judá Ben Hur.

b) Primeros cristianos:

- Quo Vadis (1951), de Mervyn LeRoy (con Robert Taylor y Deborah Kerr)
- La túnica sagrada (1953), de Henry Koster (con Richard Burton y J. Simmons)
- Barrabás (1962), de Richard Fleischer (con Anthony Quinn y Vittorio Gassman)
- En busca de la tumba de Cristo (2007), de Guilio Base (con D. Liotti, Ornella Muti, F. Murray Abraham, Mónica Cruz y Max von Sydow)

c) Películas recientes con valores cristianos:

- Oz: Un mundo de Fantasía (2013), de Sam Raimi (pre-cuela de El Mago de Oz, producida por Disney, con dos temas centrales: la fe y el recuerdo del padre)
- El gran milagro (2013), de Bruce Morris (Animación en 3D sobre varias historias que confluyen en la Santa Misa y los Ángeles Custodios)
- Las aventuras de Tadeo Jones (2012), de Enrique Gato (Animación: historia de aventuras que apela a los valores de familia, amistad y honradez)
- Encontrarás dragones (2011), de Roland Joffé (Basada en la vida de San Josemaría y centrada en el tema del perdón y la redención personal)
- Prefiero el paraiso (2012), de Giacomo Campiotti (Basada en la vida de San Felipe Neri, que amaba a los niños y enseñaba a querer a Dios con alegría)  
- The blind side - Un sueño posible (2010), de John Lee Hancock (Historia real de una madre católica que acoge a un niño perdido y le enseña a superarse y a amar)

domingo, 10 de marzo de 2013

El cónclave y la elección del Papa en el cine: una secuencia siempre decisiva

La elección de un pontífice ha sido retratado en el cine con relativa frecuencia. Además, lo ha hecho siempre con respeto y confiriendo a esa escena una elevada tensión narrativa.

Al margen de alguna parodia estrambótica, hay dos grandes películas que han concedido bastante metraje al momento de la elección del Papa. En ambos casos, la secuencia del conclave se nos presenta como un punto decisivo de la trama, un punto de inflexión en el argumento, e incluso el climax de la historia.

El primero de los filmes es Las sandalias del pescador (1968), de Michael Anderson, ambientada en los -por entonces- futuros años 80. Anthony Quinn interpreta a Kiril Lakota, un ficticio obispo ucraniano que es liberado tras 20 años en una prisión comunista.
Enviado al Vaticano como asesor, es nombrado cardenal por el papa Pío XIII (John Gielgud). Y cuando éste fallece de manera repentina, los cardenales son convocados a un cónclave que se intuye controvertido. Después de siete escrutinios, la situación se estanca: no hay forma de alcanzar los dos tercios de los votos emitidos, tal como establece la milenaria tradición para elegir un pontífice, y entonces uno de los cardenales propone al cardenal Kiril Lakota. Esta sorprendente propuesta es acogida por casi todos los presentes, que le aclaman como el nuevo Papa.

Esta secuencia recoge uno de los tres modos que en los años sesenta estaban vigentes para elegir a un pontífice: por “aclamación”, por “compromiso” y por “escrutinio”. En caso de aclamación, los cardenales escogían al candidato de forma unánime “como inspirados por el Espíritu Santo”. La última elección por aclamación fue la de Gregorio XV en 1621. Las nuevas reglas introducidas por Juan Pablo II (Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, 1996) declararon nulo este procedimiento, así como el de “compromiso”, con lo que la elección sólo puede ser por voto secreto de los cardenales asistentes.
La otra gran película es la miniserie Karol: El hombre que se convirtió en Papa (Giacomo Battiato, 2005). En ella se plantea, con cierta base documental, cómo pudo haber ocurrido la elección de Juan Pablo II. La secuencia (os la ofrezco más abajo) arranca con la noticia del fallecimiento de Juan Pablo I. El Cardenal Wojtila acude a Roma casi por obligación, preocupado como está por el acoso comunista a su diócesis. En rápidas escenas asistimos a los prolegómenos del Conclave: la entrada de los cardenales, el sellado de las puertas, un primer plano del famoso cáliz sobre cuya patena se depositan los votos.

Tras varias votaciones infructuosas, el Cardenal Franz Koenig tiene una idea luminosa: hay que deshacer el bloqueo buscando una opción alternativa, un candidato distinto a las previsiones humanas y que puede ser el candidato del Espíritu Santo. Acude al Cardenal Stefan Wyszynski, Primado de Polonia, y le propone la opción de Wojtila. A partir de ahí, el relato sigue un rápido “in crescendo” hasta la elección, con monólogos del propio Juan Pablo II e imágenes de lo que, en paralelo, sucede en Polonia: la alegría de sus antiguos amigos de la Universidad, el entusiasmo de los obreros que fueron también sus amigos, la decepción del agente de la KGB que tenía por misión anular su carisma en el pueblo, etc. Con una música vibrante y con imágenes reales de lo acontecido el 16 de octubre de 1978, asistimos a aquella noche inolvidable en que se asomó al balcón de la Logia Papal y dijo aquello de “Los reverendísimos cardenales han elegido un nuevo Obispo de Roma; lo han llamado de un país lejano…”. Y también su famosa frase inaugural: “¡Non abbiate paura!” (¡No tengáis miedo!). Un final de la serie verdaderamente épico y emotivo. No os lo perdáis.

domingo, 3 de marzo de 2013

Los Papas en el cine: Las 10 mejores películas

Hace tan solo tres días que se hacía efectiva la renuncia de Benedicto XVI. En estos días, la atención de los cristianos está fija en Roma: en el Cónclave, ya inminente, y en la llegada de un nuevo Papa que dirija la barca de Pedro. Estas circunstancias dan razón del tema escogido.

No es éste mi primer listado. A finales de 2009 publiqué un post con las 10 mejores películas sobre Jesús, que aún hoy sigue siendo muy visitado. Después publiqué las 10 mejores películas navideñas, que también tuvo buena acogida. Y, en meses sucesivos, las 25 mejores películas románticas; las 100 películas más inspiradoras de la historia y las 100 mejores películas católicas. Hace poco publiqué las 10 mejores películas sobre la Virgen. Y ahora cierro el ciclo con este nuevo decálogo.

En el listado que ahora ofrezco he establecido dos categorías: biopics (filmes biográficos) de grandes Papas del siglo XX y películas con argumentos que recrean la vida de un Pontífice; en este segunda categoría, la mayoría son adaptaciones de obras literarias. Espero que os guste. Y, por supuesto, agradeceré vuestros comentarios y sugerencias.

A) Películas biográficas: Papas del siglo XX

1. El Papa Juan Pablo II (John Kent Harrison, 2005): Miniserie co-producida por Italia (Lux Vide) y Estados Unidos (CBS), pre-estrenada en el Vaticano, que cosechó audiencias numerosas en todo el mundo. El filme sorprende por varias razones: por el guión, tan lleno de humanidad; por algunas anécdotas casi desconocidas de Karol Wojtila; y, sobre todo, por la fantástica interpretación que hace Jon Voight: no sólo hace creíble su personaje, sino que transmite en todo momento la fuerte personalidad, humana y sobrenatural, de uno de los hombres más influyentes y carismáticos del siglo XX. Duración: 200 minutos.

2. Karol (Giacomo Battiato, 2005 y 2006): Dos miniseries de la televisión italiana que abarcan la vida completa de Juan Pablo II. La primera (Karol: El hombre que se convirtió en Papa, 180 minutos) arranca en los prolegómenos de la II Guerra Mundial y muestra a un Karol Wojtila soñador, que vive con pasión el mundo del teatro y es admirado por todos sus amigos. Defensor de los judíos en una Polonia ocupada, descubre su vocación al sacerdocio y vive clandestinamente su entrega a Jesús. En el relato aparecen los principales momentos de su vida hasta su elección como Papa en 1978. La segunda parte (Karol II. El Papa, el hombre, 183 minutos) recorre la vida íntima del nuevo Santo Padre, así como los grandes problemas -en la Iglesia y en el mundo- que hubo de afrontar. A pesar del atentado que intentó silenciarlo, Juan Pablo II se muestra como un hombre de Fe, con una clara visión de lo que Dios le pide y, al mismo tiempo, con una gran sensibilidad humana. Ambas miniseries cuentan con una fabulosa banda sonora del genial Ennio Morricone

3. Pablo VI: Un Papa en Tempestad (Fabrizio Costa, 2008). Biografía casi completa de Pablo VI, desde que es joven sacerdote (1924) hasta pocos meses antes de su muerte, en marzo de 1978. El secuestro de Aldo Moro, al que conoció como un joven universitario en los años 20, sirve de hilo conductor a un repaso de toda su vida y a sus grandes desafíos: continuar el Concilio Vaticano II, renovar la Iglesia, ser el primer Papa que habla en las Naciones Unidas y que viaja a la tierra de Jesús, y después asistir a la crisis del postconcilio, la deserción de cientos de sacerdotes y la rebelión ante la Humanae Vitae. La película inserta con acierto algunas escenas de documentales en pasajes históricos relevantes, como en la segunda guerra mundial, en el Vaticano II y en su nombramiento como Papa.

4. Juan XXIII, el Papa de la Paz (Girogio Capitani, 2002). Otra miniserie italiana, de excelente recreación histórica. En 1958, tras la muerte de Pío XII, el anciano Cardenal Angelo Roncalli, Patriarca de Venecia, viaja a Roma para participar en un cónclave que se intuye controvertido. Mientras se suceden las votaciones, se van desvelando aspectos sorprendentes de su biografía: su apoyo espiritual y económico a un grupo de trabajadores en huelga, cuando era joven sacerdote; su ayuda a los cristianos ortodoxos de Bulgaria, cuando estuvo destinado en ese país; sus hábiles negociaciones con el embajador nazi de Estambul para salvar un tren de prisioneros judíos, etc. Finalmente, en la duodécima votación surge la "fumata bianca": contra todo pronóstico, el elegido es Roncalli, que tomó el nombre de Juan XXIII.

5. Pío XII, bajo el cielo de Roma (Christian Duguay, 2010). A las 5 de la mañana un hombre entrado en años se levanta de la cama, se pone de rodillas y ora ante un crucifijo. Parece preocupado, pero en realidad expresa su confianza en la luz divina, que debe ayudarle a cruzar estos días difíciles. En Roma, el suelo se agita ante el bombardeo nazi. Pío XII, que gobierna la Iglesia en un momento trágico, se debate en el dilema de reprobar la actuación de Hitler con los judíos sin poner en peligro la vida de sus sacerdotes y aún del mismo pueblo hebreo. En esa Roma especialmente virulenta, toma cuerpo un siniestro plan ordenado por el Führer: Secuestrar al Romano Pontífice. La película deja muy claro cómo la Historia ha traicionado a veces la verdad de algunos hechos, como sucede en el caso de este Papa.

B) Películas noveladas

6. Quo Vadis (Mervyn LeRoy, 1951). Basada en la novela de Henryk Sienkiewicz, narra los avatares del imperio romano en el 64 d.C., así como el comportamiento ejemplar de los primeros cristianos en Roma durante la persecución de Nerón. Como hilo conductor inventa una historia de amor entre los dos protagonistas: Robert Taylor y Deborah Kerr. El título del filme hace referencia al supuesto encuentro de San Pedro con Jesús, cuando aquél escapaba de la persecución romana. Al ver a Cristo, San Pedro le pregunta: "Quo vadis, Domine?" (¿Adónde vas, Señor?). A lo que Jesús contesta: "A Roma, la ciudad que tú abandonas para hacerme crucificar de nuevo". Junto a la admirable vida de los cristianos, el filme plantea también temas interesantes: el valor y la dignidad de la persona, el sentido del amor verdadero  y el sinsentido de una vida disipada en los placeres.

7. Las sandalias del pescador (Michael Anderson, 1968): Anthony Quinn encarna aquí a un ficticio obispo ucraniano, Kiril Pavlovich Lakota, que es liberado por las autoridades soviéticas tras 20 años de encierro en Siberia. En su primer cónclave, Lakota es el primer sorprendido cuando los demás cardenales le eligen Sumo Pontífice. El papa Kiril asume de inmediato su mayor reto: evitar la guerra entre la URSS y China. La película está basada en un libro de Morris West, publicado en 1963, que fue un best-seller a nivel mundial.

8. La agonía y el éxtasis (Carol Reed, 1965). Basada en la novela de Irving Stone, el filme describe la tensa relación entre el maestro Miguel Ángel Buonarroti (Charlton Heston) y el papa Julio II (Rex Harrison). El motivo no es otro que la tortuosa elaboración de los frescos de la Capilla Sixtina. Miguel Ángel rehusa al principio el encargo, pues se considera escultor y no se cree capaz de una obra pictórica de tal envergadura; pero luego se entrega por completo a la tarea, sin apenas comer ni descansar; y esto aunque Julio II, impaciente por la tardanza, llega a amenazarle con “entregar el techo” a Rafael, para que el mérito de pintar la bóveda de la Sixtina se la llevara su rival más inmediato.  Un guión enorme, a la altura del tema de la película (la relación entre el hombre, el arte y la religión), con grandes actuaciones de la pareja protagonista.

9. Escarlata y negro (Jerry London, 1983): Historia real del padre Hugh O'Flaherty, basada en el relato de J. P. Gallagher, publicado en 1967. Cuenta la historia de ese sacerdote irlandés, destinado en el Vaticano durante la II Guerra Mundial, que acogió y escondió a judíos, prisioneros de guerra y familiares de los partisanos italianos. Se calcula que salvó a 6.500 personas, mayoritariamente judías. Su antagonista, Herbert Kappler, fue condenado a cadena perpetua al término del conflicto. Se convirtió al catolicismo después de varios años, en parte por la influencia del propio Hugh O'Flaherty, que lo visitó a menudo en la cárcel. Junto a él, un valeroso Pío XII, encarnado por John Gielgud, apoya los esfuerzos del sacerdote y le presta cobertura y recursos.

10. Hermano sol, hermana luna (Franco Zeffirelli, 1972). La película es una biografía de San Francisco de Asís, pero dedica cierto espacio a la figura de Inocencio III, interpretado con gran credibilidad por el actor británico Alec Guinness. Uno de los momentos más destacados del filmes es el pasaje en que Francisco va a ver al Papa y éste se abaja a él y le da un abrazo. Ese gesto humilde, que Zeffirelli rueda y muestra con enorme esplendor, es presentado como el factor crucial que provocó su conversión.