viernes, 25 de septiembre de 2009

Polémica por textos maquillados: “La historia más grande jamás contada”

Ayer hablaba de que fidelidad (a los textos sagrados) no implica necesariamente una estricta “literalidad”. Adaptar a la pantalla supone re-crear la historia, y eso exige introducir cambios y recortes. Otra cosa es la invención gratuita y sin fundamento, como sucedió en determinados pasajes de La historia más grande jamás contada (1965), de George Stevens.

En el guión de esa cinta fue muy criticada la frecuente refundición de textos escriturísticos o el trasvase de un diálogo concreto a otra escena sin relación alguna. Por la necesidad de comprimir el tiempo, es práctica habitual en las películas del género biográfico fundir diversos pasajes del protagonista en una sola secuencia, pero en el filme de Stevens se abusa tanto de esta licencia narrativa que, tratándose de textos sagrados, motivó no pocas reservas en los espectadores.

Tal vez el caso más llamativo es la conversación de Jesús en Betania, en casa de Marta, María y Lázaro. En boca de Lázaro pone el guionista la pregunta que un escriba hizo a Jesús: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?” (Mt 22, 36).A continuación viene la famosa respuesta del Señor (“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente”) y sigue la exclamación del escriba: “Bien dices, Maestro…”. Solo que aquí ese pasaje aparece en boca de Lázaro, y cambiando el contenido de las palabras de la Escritura: “Bien dices, Maestro, que amar al prójimo —en vez de amar a Dios— vale más que todos los holocaustos y sacrificios”. Es lógico que esa traslación indebida, de una escena a otra, y los cambios introducidos en el discurso, suscitaran la reticencia de los espectadores.

Pero aún hay más. A continuación, la escena enlaza repentinamente con el pasaje evangélico del joven rico, pues en el filme es el mismísimo Lázaro quien dice a Jesús: “Señor, te seguiré a donde quiera que vayas”, y es también él quien escucha la respuesta divina, solo que formulada como pregunta: “¿Renunciarías a todo lo que posees y me seguirías?”. Ante esta inesperada exigencia, contesta Lázaro: “¿¡Quién podría hacer tal cosa!?”. Y el Señor se va de su casa, no sin antes incluir en su postrer diálogo algunos fragmentos de otros pasajes evangélicos: “Donde esté tu riqueza, allá estará tu corazón… No se puede servir a dos señores… Conozco a una viuda que echó dos monedas en el Templo…”.

La mayor parte de estas críticas provenían de protestantes puritanos, pues ellos son mucho más estrictos que otras confesiones cristianas en lo que se refiere a la literalidad de los textos. Algunos puritanos criticaron, además, la libertad con que Stevens dramatizó determinados pasajes. En la película, Judas Iscariote acaba con su vida arrojándose al fuego, pero las Escrituras afirman claramente que Judas se ahorcó (Mt 27,5; Hechos 1, 18). El director, sabiendo que buena parte de la audiencia asociaría el Infierno con las llamas, pensó que éste sería un acertado símbolo visual: Judas se arroja “figuradamente” a las llamas del Infierno. Pero buena parte de la audiencia no lo consideró acertado. De la misma manera, en el diálogo entre Jesús y Pilatos, Stevens añadió unas palabras que no figuran en los Evangelios. Cuando Jesús afirma que es Hijo de Dios, Pilatos responde: “¿De qué dios?, ¿de Marte, de Hércules, de Júpiter?”. Tampoco esto gustó a los puritanos de Estados Unidos, que pidieron mayor respeto a lo que explícitamente señala el texto evangélico.

Evidentemente, ésta no es de las películas menos fieles al espíritu del Evangelio. Es más: considero que es una buena adaptación, e incluso la considero ente las mejores cintas sobre Jesús. Pero sí me parece paradigmática de cómo la libertad creativa, cuando defrauda las expectativas de fidelidad del público, puede provocar fuertes rechazos. Y esto, insisto, a pesar de su buena factura.

La fidelidad, muchas veces, está en los pequeños detalles. Por supuesto, cabe la imaginación en lo que el Evangelio no cuenta, pero es más discutible la adulteración de un texto conocido, cuando implica un evidente cambio del sentido de la Escritura.

14 comentarios:

  1. A los escultores de crucifijos, ¿se les exige que la figura de Jesucristo se parezca a la realidad? (los crucifijos ortodoxos, con un Cristo cojo, ¿no mueven a piedad?); un villancico que pone en boca de Jesús palabras que, sin duda, no pronunció ("... soy de la Virgen María y del Espíritu Santo..."); Tantos versos, pinturas, predicaciones sobre el mensaje de Jesús,... ¿Por qué tiene el cine que ser menos libre?
    Una cosa es ser libre y otra engañar. Tampoco el derecho a la libertad de expresión, que tiene sus límites, permite herir los sentimientos de los demás

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  2. Todos los creadores tienen su libertad, pero también su responsabilidad, como bien señalas al final de tu comentario. En concreto, si tratan sobre una figura histórica, se les pide que sean honestos y reflejen la verdad histórica, y que acudan a las fuentes más cercanas y fiables (En el caso de Jesús, nadie discute -tampoco los judíos ni los ateos- la prioridad de los Evangelios como fuente para conocer la vida de Jesús).
    La cuestión de la fidelidad en la representación ficticia de la historia no afecta sólo al cine: también a la novela, al teatro, al documental... En todos los ámbitos del arte se han dado controversias por deformar la verdad: en una supuesta "novela histórica" o en un "documental histórico", y la decepción del público venía por la falta de fidelidad a los hechos.
    Esto sucede también con los escultores y pintores. Hay retratos de personajes históricos en actitudes poco nobles (y que eran totalmente inventadas) que han levantado tanta polémica o más que las películas que han deformado la imagen real de Jesús.
    Como dices, los villancicos no levantan polémica: porque respetan la figura de Jesús, aunque inventen sus palabras. Si has leído el post de ayer, habrás comprendido que fidelidad no quiere decir literalidad. Allí ponía el ejemplo de un filme que dramatizaba muchas situaciones no contempladas en los Evangelios, pero que respetaba los textos citados y era coherente con lo narrado en los Evangelios. Son dos de los criterios que aseguran la fidelidad en la ficción. Por eso no levantó polémicas y fue bien recibida: la creatividad no está reñida con el respeto ni con la verdad histórica.

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  3. Sin ánimo de ser exhaustivo, te recuerdo el caso de las caricaturas sobre Mahoma (también un personaje histórico religioso) en las que aparecía con bombas, ligado a los atentados terroristas: muchos criticaron -yo también- que, sin menguar la libertad del creador, hubiese faltado responsabilidad y respeto de los artistas en la representación ficticia del personaje.

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  4. Paso a saludarle, acabdo de descubrir el blog y me alegra enormemente que lo haya creado. En cuanto pueda lo miraré detenidamente y le aseguro ya desde hoy mi seguimiento. Soy un gran cinéfilo, y el tema sobre Jesús, me apasiona. Un saludo y felicidades. Que tenga mucho éxito con esta bitácora.

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  5. Alfonso, me ha encantado la idea de tu blog, un saludo desde Pamplona, a ver si hablamos algún día!

    Jose Manuel Aranda

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  6. Hola. Muy buena la iniciativa del blog. Yo he encontrado un buen blog de cine muy relacionado con el vuestro, que contiene escenas de peliculas que con citas bíblicas y/o coránicas. Saludos
    www.pejino.com

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  7. Hola, Angel. Bienvenido al blog. Espero contar con tus aportaciones. También admito post: si me parecen interesantes, los publico indicando su autoría. Veo por tu perfil que, en efecto, te interesan los dos temas que vertebran esta página. Así que espero mucho de ti. Hasta muy pronto.

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  8. Bienvenidos José Manuel y Pep. Gracias por venir a esta página. Me agradadrá veros con frecuencia. Y, más aún, que participaéis con comenatrios y envío de post. Saludos a tu familia, José Manuel.

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  9. Hay veces que lo no literal es mucho más fiel que lo literal adulterado. Pienso en la escena de Ben-Hur en la que los condenados a galeras llegan a un pozo y el centurión niega el agua al protagonista (http://www.youtube.com/watch?v=t8I9-VLrlUk). La actitud de Jesús que acude en ayuda del necesitado e impone su autoridad sólo con su mirada me parece muy coherente con el Evangelio, pese a ser una escena inventada y sin visos de historicidad.

    Al hilo de esta reflexión te sugiero dos campos más para tratar en el blog: películas en las que Jesucristo aparece, aunque no narren de forma directa su historia, como podría ser Ben-Hur y películas que transmiten la vida y las enseñanzas de Jesús de una forma alegórica (pienso en El león, la bruja y el armario).

    ¡Suerte y adelante!

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  10. Confieso que esta película, junto a "Rey de reyes" (1961) son las que menos me gustan de entre las que tratan la vida de Jesucristo. En la primerá, Max von Sidow estuvo lejos de entusiasmarme. En la segunda, Jeffrey Hunter (que murió 8 años después del estreno)era una especie de adolescente, estrella del rock'n'roll.
    Saludos desde Utopía.

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  11. Hola, Ramón: ¡Qué alegría me da verte por aquí! Espero qeu el diálogo sea frecuente y fructífero. En efecto, pienso tratar también las películas que no sean "biografías de Jesús", pero en las que su vida o su mensaje dejen una huella honda en el filme: como "Ben-Hur", "Quo Vadis", "La túnica sagrada", etc. Y también, en lo que respecta al mensaje, películas como "Ordet", "Sacrificio" de Tarkowski, etc. Gracias por la sugerencia.

    A Eugenio: Agradezco tu comentario. En efecto, "Rey de Reyes" plantea el conflicto histórico-político casi en igualdad de importancia que la propia historia de Jesús; y también es verdad que la elección del actor estuvo determinada más en función de la moda que de la imagen que se buscaba de Cristo. Pero yo le veo algunos aciertos importantes. Dedicaré un día a hablar de este filme.

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  12. ¡Creo que voy a aprender y disfrutar mucho con este blog! (muchas gracias por extender la docencia desde la Universidad al Ciberespacio :))

    Esperaré impacientemente su análisis de Ordet; tengo que reconocer que cuando la vi me sorprendió y me causó emociones contradictorias...

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  13. Gracias, Luna, por tu apoyo. "Ordet", ya te lo adelanto, no me convenció del todo, a pesar de ser un gran filme. El calvinismo tan amargo y austero, que ahoga todo sentimiento y hasta el deseo mismo de felicidad, casa poco con el auténtico espíritu del cristianismo, y presenta una imagen poco atractiva de la figura Cristo. Hablaré más despacio de ella.

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  14. Esta pelicula me maravilla por la sola escena de la resurrección de Lazaro, puede criticársele, de hecho no soy erudita de la biblia, muchos errores, pero la honda emotividad de esa escena, la hace grandiosa. Yo he visto todas las películas sobre Cristo y comprendo las críticas. Sin embargo en la única película donde se entiende el enorme dramatismo de lo que significa un milagro, en todo el sentido de la palabra, es en esta. Las demás siempre parecen restarle importancia a lo más carismático del hijo de Dios, su poder, su gloria y su venida al mundo para ser usado como redentor. Asi como en la película de Mel Gibson se hace hincapie en la determinación de someterse al extremo sacrificio y tortura, Max Von Sidow le imprime a su Cristo el misticismo de Bergman.

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