Hasta hace poco era un desconocido en la gran pantalla, aunque contaba con una larga experiencia como actor. El mundo de Joaquín Núñez era el del teatro. Pero su papel en la película “Grupo 7” le ha hecho saltar a la fama y le ha valido la nominación a los premios Goya como mejor actor revelación.
Con todo, este ascenso repentino no le ha hecho el norte, que lo sigue teniendo muy claro y que no es otro que Dios. Esa fe es la que tuvo tan intrigados a sus compañeros de reparto, que no dejaron de preguntarle los motivos por los que cree. “Yo les respondía que el mensaje de Jesucristo es precioso, que ellos también lo pueden practicar. Cuando quieres a los demás recibes mucho más que lo que das”.
“Les cuento las cosas que me llenan”
Este malagueño está completamente implicado en la pastoral de su parroquia. En una entrevista concedida al semanario Diócesis, de Málaga, asegura que ni el éxito ni el mucho trabajo le impedirán acudir a su parroquia. “Es lo que me da la vida, lo que me da el entusiasmo”. Y añade: “la parroquia, la comunidad, cantar, leer la Palabra, la familia… son los alimentos para mí y para mi espíritu”.
Y es que, en su opinión, para poder mantener los pies en el suelo en un mundo como el del cine, es imprescindible tener firmemente arraigada la Fe, algo que sorprende a sus compañeros, puesto que cuando trabajan juntos “cada uno cuenta las cosas que le llenan; y yo les hablo de mi fe, que es lo que llena mi día a día”.
Su fe, tan vital para él, le ha ayudado a encauzar su carrera como actor. Por eso afirma que “desde el comienzo descubrí que lo de actuar y cantar eran unos talentos que el Señor me había regalado para ponerlos al servicio”.
Su dedicatoria en los Goya
Sus primeras actuaciones las realizó en una parroquia malagueña. Interpretó el papel de Judas en Jesucristo Superstar. De ahí pasó a la Escuela de Arte Dramático y a comenzar su trabajo en el mundo del teatro, el que fundamentalmente le ha llenado durante su carrera.
Sin embargo, la gran pantalla es la que le ha reconocido, y un posible Goya podría poner la guinda a un pastel que no esperaba. A pesar de todo, su vida no ha cambiado nada. “La gente me pregunta si cambiaré de forma de ser, pero yo respondo que soy muy feliz como estoy. No quiero ser famoso. Para mí, actuar es un trabajo como otro cualquiera. Lo que quiero es disfrutar con lo que estoy haciendo”.
Joaquín Núñez tiene muy claro a quién dedicará el premio Goya si finalmente es elegido. “Además de a la gente que ha formado parte de la película, a mi comunidad, que está enriqueciéndome y al Señor que me ha dado estos talentos. Y, por supuesto, a mi esposa Julia, con la que quiero estar toda mi vida. A esa maravillosa mujer de eterna sonrisa, y a mis hijos, que son mi otro gran motivo para vivir”.
Con todo, este ascenso repentino no le ha hecho el norte, que lo sigue teniendo muy claro y que no es otro que Dios. Esa fe es la que tuvo tan intrigados a sus compañeros de reparto, que no dejaron de preguntarle los motivos por los que cree. “Yo les respondía que el mensaje de Jesucristo es precioso, que ellos también lo pueden practicar. Cuando quieres a los demás recibes mucho más que lo que das”.
“Les cuento las cosas que me llenan”
Este malagueño está completamente implicado en la pastoral de su parroquia. En una entrevista concedida al semanario Diócesis, de Málaga, asegura que ni el éxito ni el mucho trabajo le impedirán acudir a su parroquia. “Es lo que me da la vida, lo que me da el entusiasmo”. Y añade: “la parroquia, la comunidad, cantar, leer la Palabra, la familia… son los alimentos para mí y para mi espíritu”.
Y es que, en su opinión, para poder mantener los pies en el suelo en un mundo como el del cine, es imprescindible tener firmemente arraigada la Fe, algo que sorprende a sus compañeros, puesto que cuando trabajan juntos “cada uno cuenta las cosas que le llenan; y yo les hablo de mi fe, que es lo que llena mi día a día”.
Su fe, tan vital para él, le ha ayudado a encauzar su carrera como actor. Por eso afirma que “desde el comienzo descubrí que lo de actuar y cantar eran unos talentos que el Señor me había regalado para ponerlos al servicio”.
Su dedicatoria en los Goya
Sus primeras actuaciones las realizó en una parroquia malagueña. Interpretó el papel de Judas en Jesucristo Superstar. De ahí pasó a la Escuela de Arte Dramático y a comenzar su trabajo en el mundo del teatro, el que fundamentalmente le ha llenado durante su carrera.
Sin embargo, la gran pantalla es la que le ha reconocido, y un posible Goya podría poner la guinda a un pastel que no esperaba. A pesar de todo, su vida no ha cambiado nada. “La gente me pregunta si cambiaré de forma de ser, pero yo respondo que soy muy feliz como estoy. No quiero ser famoso. Para mí, actuar es un trabajo como otro cualquiera. Lo que quiero es disfrutar con lo que estoy haciendo”.
Joaquín Núñez tiene muy claro a quién dedicará el premio Goya si finalmente es elegido. “Además de a la gente que ha formado parte de la película, a mi comunidad, que está enriqueciéndome y al Señor que me ha dado estos talentos. Y, por supuesto, a mi esposa Julia, con la que quiero estar toda mi vida. A esa maravillosa mujer de eterna sonrisa, y a mis hijos, que son mi otro gran motivo para vivir”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario