lunes, 28 de mayo de 2012

Carta del fundador de "L'Humanité" a su hijo, aconsejándole que estudie Religión

Carta que el socialista ateo francés Jean Jaurés (1859-1914), fundador del periódico “L’Humanité”, escribió a su hijo.

Querido hijo:

Me pides un justificante que te exima de cursar religión, un poco por tener la gloria de proceder de distinta manera que la mayor parte de los condiscípulos y temo que también un poco para parecer digno hijo de un hombre que no tiene convicciones religiosas. Este justificante, querido hijo, no te lo envío ni te lo enviaré jamás.

No es porque desee que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las creencias que te expondrá el profesor. Cuando tengas la edad suficiente para juzgar, serás completamente libre, pero tengo empeño decidido en que tu instrucción y tu educación sean completas, y no lo serían sin un estudio serio de la religión.

Te parecerá extraño este lenguaje después de haber oído tan bellas declaraciones sobre esta cuestión; son, hijo mío, declaraciones buenas para arrastrar a algunos pero que están en pugna con el más elemental buen sentido. ¿Cómo sería completa tu instrucción sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el mundo discute? ¿Quisieras tú, por tu ignorancia voluntaria, no poder decir una palabra sobre estos asuntos sin exponerte a soltar un disparate?

Dejemos a un lado la política y las discusiones y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. Estudias mitología para comprender historia y la civilización de los griegos y de los romanos y ¿qué comprenderías de la historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión, que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización? En el arte ¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad Media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen?

En las letras ¿puedes dejar de conocer no sólo a Bossuet, Fenelón, Lacordaire, De Maistre, Veuillot y tantos otros que se ocuparon exclusivamente de cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine, Hugo, en una palabra a todos estos grandes maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones? Hasta en las ciencias naturales y matemáticas encontrarás la religión: Pascal y Newton eran cristianos fervientes; Ampere era piadoso; Pasteur probaba la existencia de Dios y decía haber recobrado por la ciencia la fe de un bretón.

Ya que hablo de educación: ¿para ser un joven bien educado es preciso conocer y practicar las leyes de la Iglesia? Sólo te diré lo siguiente: nada hay que reprochar a los que las practican fielmente, y con mucha frecuencia hay que llorar por los que no las toman en cuenta. Hay que convenir en la necesidad de conocer las convicciones y los sentimientos de las personas religiosas. Si no estamos obligados a imitarlas, debemos por lo menos comprenderlas para poder guardarles el respeto, las consideraciones y la tolerancia que les son debidas. Nadie será jamás delicado, fino, ni siquiera presentable sin nociones religiosas.

Querido hijo: convéncete de lo que digo: muchos tienen interés en que los demás desconozcan la religión, pero todo el mundo desea conocerla. En cuanto a la libertad de conciencia y otras cosas análogas, eso es vana palabrería que rechazan de ordinario los hechos y el sentido común. Muchos anti-católicos conocen por lo menos medianamente la religión; y su conducta prueba que han conservado toda su libertad.

Además, no es preciso ser un genio para comprender que sólo son verdaderamente libres de no ser cristianos los que tienen la facultad de serlo, pues, en caso contrario, la ignorancia les obliga a la irreligión. Te sorprenderá esta carta, pero precisa, hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación

Recibe, querido hijo, el abrazo de tu padre

Jean

7 comentarios:

  1. Rosa Guerrero29 mayo, 2012 10:50

    Me gusta. Era un hombre culto que quiere lo mejor para su hijo y no le impone su ideas.

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  2. Muy buenas Alfonso. En primer lugar darte la enhorabuena por este blog, -así como al otro que tienes sobre publicidad-, a los que sigo desde cuando te ví en la presentación de tu libro "Jesucristo en el cine" en el Corte Inglés de Málaga, durante el otoño del 2010.

    Al leer esta carta de Jeaurés a su hijo me he decidido a escribir para corraborar lo que dice este socialista francés ,-asesinado por defender la paz ante la barbarie que se avecinaba en el verano de 1914.

    Como profesor de Ciencias Sociales que soy, cuando en mis clases se trata el fenómeno religioso, siempre les digo a mis alumnos/as que independientemente que se crea o no se crea en Dios de religión hay que entender, porque su papel en la sociedad humana tanto a nivel colectivo como individual es determinante. Si no se conoce no se puede conocer muchas facetas del ser humano.

    Además, el tono de esta carta es muy humano y muy bonito. Un ejemplo del trato que un padre le debe dar a un hijo.

    Mario

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  3. Pues, no te puedes oponer a lo que no conoces, como le expone Jeaurés a su hijo. Y lo más interesante, dice "nada hay que reprochar a los que las practican fielmente, y con mucha frecuencia hay que llorar por los que no las toman en cuenta"

    ¿Quién no tiene esta experiencia? Hay que saber dar a cada cual lo merecido y un buen cristiano es... un buen cristiano. No debemos tener miedo y ser valientes y honestos como lo fue Jeaurés con su hijo.

    Gracias por el artículo.

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  4. El sistema de control está tan aceitado que va solo ya...

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    1. El sentimiento religioso no hay que buscarlo en un control de dominio social. Si no en una necesidad psíquica del ser humano de buscar la felicidad, la plenitud y la justicia ante un último tribunal de apelación que no siempre encontramos en esta realidad. Desde este punto de vista, la interpretación de Marvin Harris ante el hecho de lo "religioso" puede que sea más cierta que la propuesta de Marx y/o Feuerbach y el conjunto de la izquierda hegeliana o sus seguidores. Los cuáles además no niegan esa necesidad, sino que sustituirán como objeto de su búsqueda el servicio a Dios por el de servicio a la humanidad.

      Ahora bien, eso no quiere decir que en determinados contextos sociales los grupos dominantes no hayan usado esa búsqueda de los transcendete mencionada más arriba en su propio beneficio. Ello es lo que provocaría que como alguien menciona más abajo se menciones la realidad de que se evangelizase a trabucazos. Y es lo que aparentemente parece darle la razón a la opinión anterior.

      Sin embargo, si tenemos en cuenta lo mencionado en el primer párrafo, veremos que en sí mismo es un análisis bastante simplón de una parte de la izquierda que no ha sabido interpretar de una forma correcta su relación con las religiones. Máxime cuando el mensaje bíblico es un mensaje claramente de liberación social a favor de los pobres y oprimidos: defensa del descanso dominical frente a los explotadores, del perdón de las deudas y crítica de la usura, derecho a la propiedad de la tierra y negativa a su acaparamiento, defensa de los inmigrantes y los extranjeros, rechazo al salario tardío e injusto, protección de huérfanos y viudas, críticas contra el poder absoluto y despótico (ya sea el del Faraón como el de los posteriores reyes israelitas en boca de Samuel), y así un larguísimo etcétera. Planteamientos sociales que luego se refuerzan en el mensaje de Jesús, tal como podemos apreciar en la primera Bienaventuranza, en su crítica al acaparamiento de riquezas (que considera incompatible con el culto a Dios equiparándola a la idolatría) y en parábolas como la del rico Epulón y el pobre Lázaro.

      Sin ser un experto, aconsejaría la lectura del libro de Juan Mateos "La utopía de Jesús", editado por El Almendro.

      Mario

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  5. Esta persona demuestra un extraordinario sentido comun, como puedes decir no a lo que no conoces? yo a mis hijos les conduje por la senda ed las religiones, y cada uno, de mayor ha escogido su camino. La antireligiosidad tiene mucho que ver con la forma en que se comportan publicamente algunos que se llaman "creyentes" y solo destilan odio y renor por su boca en vez de paz y amor que es el discruso de Jesus y todos los grandes lideres religiosos. ¿Como se pudo ir a crsitianizar con espadas y trabucos?

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  6. Sea en l'Humanite o en otros archivos o publicaciones antiguas, es coveniente conseguir la fuente o el facsimil o el original de la carta.

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