Hace unos días compré una serie de 9 documentales sobre “Los primeros cristianos” que acaba de lanzar al mercado Goya Producciones. La verdad es que me gustó mucho: me pareció amena, didáctica y muy bien documentada; muy útil como material docente. Me vi todos los capítulos casi del tirón.
Describe muy certeramente la transformación del mundo antiguo por la irrupción de la fe cristiana, y cuenta con numerosas recreaciones e imágenes reales, grabadas en Europa y Oriente Medio.
Lo más interesante es que está apoyada por los comentarios de 26 historiadores de diversos países, que aparecen a lo largo de la serie. Entre esos expertos destacan: Luis Suárez, de la Real Academia de Historia; Thomas E. Dillon, ex-presidente del Thomas Aquinas College (USA); y el profesor Ulrich Luz de la Universidad de Berna (Suiza).
En una nota de prensa señalaba su productor, Andrés Garrigó: “Por primera vez en España se ha realizado una serie televisiva sobre los siglos iniciales de nuestra era desde una perspectiva cristiana. Incorpora las últimas investigaciones y ofrece claves para comprender el mundo actual”.
El primer documental se ambienta en la época apostólica. Hace ver cómo un puñado de hombres audaces se lanzó sin miedo a la evangelización pacífica, pero intensa, en un mundo politeísta y sensual. Su Dios no era uno “más” del panteón romano: pretendían que era el único y verdadero. No adoraban, por tanto, al Emperador; y eso les valió el martirio. Pero la sangre de los mártires sería semilla de nuevos cristianos. Y cuando caiga Roma, la religión de la Cruz será ya mayoritaria.
El segundo capítulo tiene un planteamiento aún más interesante y dramático: las hordas de Atila y otros jefes bárbaros arrasan Occidente. ¿Es el fin del cristianismo, que acaba de salir por fin de las catacumbas? Al contrario, la nueva religión sale reforzada: se convierten los pueblos germánicos y la España visigótica se hace católica. Después de Constantino, los emperadores de Oriente serán cristianos. Con mayor o menor acierto, toda una civilización se va a inspirar en los ideales evangélicos.
Después de haber visto los 9 capítulos, creo entender mucho mejor aquella epóca. Recomiendo vivamente esta serie a todos los interesados en los comienzos del cristianismo. Sobre todo, me parece un material didáctico muy bueno para profesores de Historia y de Religión que deban enseñar en sus programas el nacimiento y los primeros pasos de la Fe cristiana. Aquí podéis ver el trailer promocional, que da una idea bastante exacta de su contenido:
Describe muy certeramente la transformación del mundo antiguo por la irrupción de la fe cristiana, y cuenta con numerosas recreaciones e imágenes reales, grabadas en Europa y Oriente Medio.
Lo más interesante es que está apoyada por los comentarios de 26 historiadores de diversos países, que aparecen a lo largo de la serie. Entre esos expertos destacan: Luis Suárez, de la Real Academia de Historia; Thomas E. Dillon, ex-presidente del Thomas Aquinas College (USA); y el profesor Ulrich Luz de la Universidad de Berna (Suiza).
En una nota de prensa señalaba su productor, Andrés Garrigó: “Por primera vez en España se ha realizado una serie televisiva sobre los siglos iniciales de nuestra era desde una perspectiva cristiana. Incorpora las últimas investigaciones y ofrece claves para comprender el mundo actual”.
El primer documental se ambienta en la época apostólica. Hace ver cómo un puñado de hombres audaces se lanzó sin miedo a la evangelización pacífica, pero intensa, en un mundo politeísta y sensual. Su Dios no era uno “más” del panteón romano: pretendían que era el único y verdadero. No adoraban, por tanto, al Emperador; y eso les valió el martirio. Pero la sangre de los mártires sería semilla de nuevos cristianos. Y cuando caiga Roma, la religión de la Cruz será ya mayoritaria.
El segundo capítulo tiene un planteamiento aún más interesante y dramático: las hordas de Atila y otros jefes bárbaros arrasan Occidente. ¿Es el fin del cristianismo, que acaba de salir por fin de las catacumbas? Al contrario, la nueva religión sale reforzada: se convierten los pueblos germánicos y la España visigótica se hace católica. Después de Constantino, los emperadores de Oriente serán cristianos. Con mayor o menor acierto, toda una civilización se va a inspirar en los ideales evangélicos.
Después de haber visto los 9 capítulos, creo entender mucho mejor aquella epóca. Recomiendo vivamente esta serie a todos los interesados en los comienzos del cristianismo. Sobre todo, me parece un material didáctico muy bueno para profesores de Historia y de Religión que deban enseñar en sus programas el nacimiento y los primeros pasos de la Fe cristiana. Aquí podéis ver el trailer promocional, que da una idea bastante exacta de su contenido:
Gracias por la recomendación. Me ha recordado al último libro que he leído, "La Magdalena" de Juan Arias. Ah, y coincido plenamente con usted en ciertas opiniones vertidas en este blog respecto a los avisos sobre posible material bien literario bien cinéfilo blasfemo u ofensivo hacia la religión. Siempre se trata de lo mismo: de confundir e infundir miedos, para manipular a la población.
ResponderEliminarNunca he llegado a comprender bien (será por juventud o inocencia) por qué se arman esos belenes ,y nunca mejor dicho, por temas como "Códigos da Vincis" y similares. A mí, en particular, no me ofende o agrede que se planteen teorías más o menos peregrinas sobre aspectos de todas las religiones, sobre el funcionamiento de la Iglesia, etc. No entiendo por qué a tantas personas sí; bueno, sí lo entiendo cuando lo que hay en juego no son sentimientos más o menos profundos, sino ingentes cantidades de dinero y poderes variados. Saludos cordiales.
P.S. Por cierto, espero leer en el futuro su opinión sobre la próxima "Ágora", de Amenábar. Tuve el placer de recibir el ensayo sobre la figura de Hipatia de manos de Miguel Angel García Olmo y me gustó mucho.
He sido alumno suyo y me encanta este blog de verdad. Me alegra muchísimo haber tenido un profesor que se atreva a difundir los valores de la fe en un medio tan interactivo como los blogs. Yo también tengo uno que espero que visiten.
ResponderEliminarSaludos, estamos en contacto,
Luis Alberto.
Hola, Inma:
ResponderEliminarSeguiré recomendando todo tipo de material audiovisual que pueda ayudar a entender mejor la figura de Cristo y su mensaje. Esta serie documental me parece una síntesis muy buena acerca de cómo actuaron los inmediatos seguidores de Jesús.
No estoy seguro de entender bien tu apreciación sobre los avisos de material ofensivo a la Iglesia. Mi opinión en este punto, como expresé en otro post y en los comentarios que surgieron, es que el director tiene derecho a libertad creativa, pero no a engañar a la audiencia (y hacer pasar como vida de Jesús lo que no lo fue en absoluto) ni a ofender las creencias que no comparta. Al director se le concede libertad, pero se le pide honestidad en als recreaciones históricas y respeto a las creencias ajenas.
Porque la audiencia tiene también sus derechos, y no se le puede engañar sobre la verdad histórica -aunque sea con bellas imágenes- ni se le puede ofender gratuitamente.
En breve espero comentar la película que dices. Pero, por lo que he leído hasta ahora, creo que no se atiene a la verdad y tampoco parece muy respetuoso con una religión a la que critica abiertamente en las entrevistas. Suspendo el juicio en firme hasta tener todos los datos.
Hola, Luis Aberto:
ResponderEliminarSiempre es un placer encontrarse con antiguos alumnos, y más ver que valoran la valentía para hablar de temas que hoy en día parecen tabú. Como el de hablar sobre Cristo en la Universidad. Hoy, que tanto prolifera la "espiral del silencio" (debiste estudiarlo en la carrera), cada vez hay más creyentes que se abstienen de manifestar sus opiniones por temor a que sean mal aceptadas, a que se rían de uno, a que lo arrinconen. Y así, con esta "presión social" que margina lo que no es "políticamente correcto", las mayorías entran en una espiral del silencio cada vez más pronunciado.
Por cierto, he entrado en tu blog y me ha gustado la estructura y la orientación que le das. Lo veré con frecuencia.
Un cordial saludo.