Nada nos dicen los Evangelios sobre la relación de afecto y amistad entre la Virgen y la Magdalena. Tan sólo se menciona que estuvieron unidas en el doloroso trance del Calvario, cubriendo el hueco que dejaron los Apóstoles con su ausencia: “Estaban junto a la cruz de Jesús su Madre, y la hermana de su Madre, María la de Cleofás, y María Magdalena” (Jn 19, 25). Sin duda, mucho antes de esa escena debió de nacer entre ellas una tierna y profunda amistad. ¿Cómo no habrían a sentirse especialmente unidas las dos mujeres más importantes en la vida del Maestro?
El cine ha tendido a rellenar ese silencio de las Escrituras imaginando cómo pudo haber surgido su conocimiento y su amistad.
La primera película que desarrolló esta subtrama entre ellas fue “Rey de Reyes” (Nicholas Ray, 1961), que fue rodada en España. La Magdalena (una jovencísima Carmen Sevilla) acaba de ser salvada por Jesús de una multitud alborotada que quería apedrearla, pues el filme la identifica con la mujer adúltera. Conmovida por el gesto de ese Hombre y por la santidad que emana de su figura , quiere conocerle personalmente y se
dirige a su casa, donde es recibida por María. En seguida se siente acogida por Ella, de modo que se reconoce pecadora y le pide que interceda cuando esté delante de su Hijo… (Duración: 1'15").
dirige a su casa, donde es recibida por María. En seguida se siente acogida por Ella, de modo que se reconoce pecadora y le pide que interceda cuando esté delante de su Hijo… (Duración: 1'15").
Otra película que muestra la profunda afinidad entre ambas mujeres es “Jesús de Nazaret” (Zeffirelli, 1977), sobre todo en la secuencia del Calvario. Los soldados romanos han creado un círculo en torno a la Cruz y no dejan acercarse a nadie. En estas llega la Virgen con María de Cleofás, y les impiden el paso. Pero el centurión (que en el filme es el mismo centurión que pide a Jesús la curación de su criado: Mt 8, 5-13) reconoce a la Virgen y le permite el paso. Es entonces cuando se produce el gesto de audacia de la Magdalena, que quiere acceder también al círculo íntimo y estar así junto a la cruz. Los soldados le detienen y le preguntan: “¿Eres de la familia?”. Ella y María cruzan sus miradas, y la Virgen sale en su defensa: “Sí, es de la familia”, porque recuerda lo que dijo Jesús: “Quien cumple la Voluntad de mi Padre, ese es mi hermano, y mi hermana y mi Madre” (Mt 12, 50). (Duración: 58").
(Para ver el vídeo en Facebook: pincha abajo “Ver la publicación original”)
A propósito de la amistad entre la Virgen y la Magdalena, pasado mañana comentaré cómo lo reflejó otro filme de los 90; y el lunes próximo, cómo quedó plasmado –de forma magistral– en el filme “La pasión de Cristo”, de Mel Gibson.
Precioso todo: los vídeos y el comentario.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo jiennense.
¿Fue María Magdalen una prostituta arrepentida o pecadora pública? La respuesta es no porque en ningún lugar del Evangelio aparece de esta forma identificada. Existe una confusión lamentable entre muchos católicos y no creyentes acerca de esta mujer, que sirvió al Señor durante su ministerio y a la comunidad apostólica con gran fidelidad y entrega.
ResponderEliminarLa confusión se produce mas bien en la Iglesia latina desde San Gregorio Magno más que en la Iglesia oriental al fundir a tres mujeres distintas en un único personaje (María Magdalena, María la de Betania y la pecadora que ungió los pies de Jesús en casa de Simón el fariseo).
Sirvió al Señor durante su ministerio (Lc.8,3) y aparece en el grupo de las mujeres que lo acompañaron desde Galilea a Jerusalen (Lc. 23,49;Mc 15, 40-41).
María Magdalena está incluida junto con Susana y la mujer de Cusa (ministro de hacienda del Rey Herodes Antipas) en el grupo que servían con sus bienes a la comunidad que seguía la Señor, por lo que se trataba de una mujer de posición social alta y perteneciente a una clase social acomodada.
Lejos de ser una mujer marginal y pecadora, María Magdalena fue una de las mujeres más destacadas; de las nueve listas de mujeres que aparecen en los evangelios acompañando al Señor ella ocupa en ocho de ellas el primer puesto, la excepción se refiere al momento en que cede su protagonismo a la Virgen y el discípulo amado al pie de la cruz (cf. Jn. 19,25). Fue una de las primeras en ver al Señor Resucitado comunicando la noticia a los apóstoles (Mc. 16, 9-11). Como dice San Agustin: Ella se convirtió en apostola apostolorum (apóstol de los apóstoles).
Espero que con estas referencias, no contribuyamos a generar mayor confusión alimentando especulaciones falsas sobre la vida de Jesús.
Gracias, Lorenzo, por tu aclaración. Precisamente voy a atratar de este tema (la identidad de María Magdalena y sus encuentros con Jesucristo) en próximos artículos. Y la razón es la que tú señalas: hay mucha confusión sobre quién fue María Magdalena y sobre su relación con Jesús.
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