Si ya de por sí es raro encontrarse con algún famoso que tenga fe, esté a favor de la vida o nade contra todas esas posturas ideológicas imperantes (homosexualismo, divorcio, eutanasia, etc.), resulta todavía más inusual que además lo diga.
Pero, los hay y aunque nadan contra corriente no se arredran. Promueven los valores auténticos y lo hacen con ilusión.
Un caso famoso es Eduardo Verástegui, que aparece en la foto de arriba, y del que ya contamos su conversión y su retorno a la fe católica.
Un caso famoso es Eduardo Verástegui, que aparece en la foto de arriba, y del que ya contamos su conversión y su retorno a la fe católica.
Mujeres con fe
Jessica Rey fue mundialmente conocida a raíz de su intervención en la serie Power Rangers, en 2002. Posteriormente trabajó en series como Rules of Engagement y General Hospital. Ahora también es conocida por sus profundas convicciones católicas; convicciones que no le apena compartir, y por ello predica la castidad a través de conferencias y también por medio de su marca personal de ropa: ReySwimwear. Se trata de bañadores que se distinguen por su modestia, sin estar peleados con lo último en la moda.
Dina Páucar es otra famosa que abrazó la fe. Cantante folclórica en Perú, a comienzos de mayo de 2010 se convirtió al catolicismo, recibió el Bautismo, la Primera Comunión y el sacramento del Matrimonio: “Lo hago por cumplir el sueño de formar una familia”, aseveró. O lo que es lo mismo: fe robusta, familia fuerte y unida.
Algunos se empeñan que la fe es una cuestión de mujeres. Nada más alejado de la realidad. Algunos ejemplos.
Cuando la fe se convierte en autenticidad de vida es cuando se le da también el nombre de coherencia. Y coherencia fue la que vivió el actor Neal McDonough, quien rehusó grabar escenas de sexo explícito con la actriz Virginia Madsen para la serie Canallas, a inicios de 2010; esa decisión le hizo perder el millón de dólares que habían estipulado en su contrato, además de hacerle blanco de numerosas críticas. Ciertamente, no era la primera vez que tomaba este tipo de decisiones. En la serie de la cadena ABC, Mujeres desesperadas, McDonough rechazó interpretar escenas eróticas con Nicolette Sheridan. Neal está casado, tiene tres hijos y es católico.
Ennio Morricone es mundialmente conocido por bandas sonoras de películas como La Misión (1986) o Los intocables (1987), si bien ha compuesto más de 450 partituras para cine. Este hombre, de una trayectoria profesional importantísima, afirma que, “como creyente, en mis composiciones está siempre presente mi fe, pero corresponde a los otros darse cuenta de ello”. Y refiriéndose al Santo Padre, con quien comparte el gusto por la música, Morricone dice: “Me parece que es un Papa de mente sabia, un hombre de gran cultura y de gran entereza moral”.
Otro compositor cuya fe repercute en su música, aunque de otro estilo, es Bono, líder la afamada banda irlandesa U2. En declaraciones a la revista Rolling Stone, Bono afirma que la canción “Magnificent” está inspirada en el Magnificat de la Virgen (Lc 1, 46-55). Otras canciones de este corte interpretadas por U2 han sido “Gloria” o “Rejoice”, del LP October, de 1981.
Finalmente, Charlie Cox es el actor que da vida a san Josemaría Escrivá de Balaguer en la película There be dragons, de la que hemos hablado aquí en un par de ocasiones. Como señalamos en su día, ha sido su interpretación del santo fundador del Opus Dei lo que le ha llevado a crecer internamente. Bautizado católico, la caracterización de un personaje de semejante altura espiritual ha dejado en Cox una huella imborrable, unas consecuencias muy positivas y de acercamiento a la Iglesia, “a la que nunca he dejado de acudir”, refiere el actor. Después de esa experiencia, “mi relación con la Iglesia católica y con Dios ha mejorado”.
Ojalá estos ejemplos ayuden a que muchos otros actores y cineastas hablen del Dios en el que creen y actúen en consonancia con sus creencias. No son tiempos para medianías ni cobardías, sino para la audacia y el testimonio.
(Síntesis a partir de un artículo en Perfiles).
Me alegro de que haya actores y cineastas que “salgan del armario” y que digan a las claras que ser ciratiano no coarta la creatividad, sino que la aumenta. “Gracias a mi Fe me esfuerzo más en mi trabajo, soy más solidaria, procuro crear un buen clima entre los compañeros, etc”. Este es el mensaje que transmiten, casi sin darse cuenta. Y es bueno que llegue a mucha gente
ResponderEliminarMe ha encantado saber que Ennio Morricone es católico y admira al Santo Padre. Es mi compositor cinematográfico preferido, y alegra ver que, en este mundo del cine (según algunos, alejado de Dios), aquellos que tienen fe pueden llegar también a las más alta cumbres.
ResponderEliminarGracias por este post.