martes, 29 de junio de 2010
La vocación de San Pedro en el cine
sábado, 26 de junio de 2010
"There Be Dragons": Un filme sobre el amor y el perdón, basado en la vida de San Josemaría
“There Be Dragons” no es una biografía de este santo español, fundador del Opus Dei, que fue canonizado por Juan Pablo II en octubre de 2002. Aunque la historia sí arranca con ese acontecimiento. Según algunas sinopsis que se han difundido en Internet, el filme comienza cuando un periodista es enviado a Roma a cubrir la noticia de la canonización de San Josemaría y, al repasar su biografía, descubre que fue el gran amigo de su padre, ahora moribundo, y con el que siempre se ha llevado fatal. La investigación del periodista, el reencuentro con su padre, los intensos flash-backs que retrotraen la historia a los duros enfrentamientos durante la guerra civil española… Todo esto proporciona al filme un aire épico que se ve enriquecido por una delicada historia de amor. San Josemaría es, por tanto, un personaje secundario, pero decisivo en el contexto que narra la película y en el planteamiento del tema de fondo: el amor y el perdón.
El filme es una co-producción argentina, norteamericana y española, en cuyo dossier de prensa se la define así: “Una historia repleta de acción que transcurre durante un tiempo homicida de la historia y que finalmente ayuda al presente revelando la importancia y el eterno poder del perdón“. El reparto de “There Be Dragons” estará encabezado por Charlie Cox (trabajó en “Stardust” y “Casanova”), que encarnará a Escrivá de Balaguer, y cuenta también con Geraldine Chaplin (en decenas de películas tras “Doctor Zhivago”), Olga Kurylenko (“Quantum of Solace”, entre otras), Derek Jacobi (“Gladiator”), Dougray Scott (“Misión imposible”) o la española Belén Rueda (“El orfanato”).
El rodaje comenzó el mes de julio de 2009 en Luján (Argentina), donde se filmaron las escenas de la guerra civil en Madrid, con más de 400 extras y un formidable arsenal de la época: tanques, barricadas, camiones, mosquetones y una variada y vistosa parafernalia de los años treinta. Además de Luján, la película rodó en otras locaciones cercanas, como Villa Epecuén, Tornquist, Sierra de la Ventana y Coronel Suárez. Ignacio Gómez Sancha, productor del film explicó que eligieron los alrededores de Buenos Aires “por el gran valor de producción que existe aquí, y además porque las locaciones son impresionantes. Hemos rodado en 30 locaciones distintas con 90 sets, y eso va a quedar maravillosamente reflejado en la película”.
La producción se completó luego en España: en Sepúlveda (Segovia) se reprodujeron las escenas del Barbastro de principios del siglo XX, donde transcurrió la infancia de San Josemaría. La prensa y las televisiones argentinas destacaron el impresionante esfuerzo de recreación histórica, así como el dinamismo de la puesta en escena. Parece que la escenografía es estupenda y las escenas prometen ser impactantes.
La película, en fase muy avanzada de post-producción (su estreno se espera para finales de 2010), dispone ya de una muy elaborada página web, y atiende las peticiones de los medios informativos en la propia web y en esta dirección: ThereBeDragonsPress@gmail.com . A continuación incluyo el reportaje informativo (1’ 10") que Rome Reports elaboró del filme durante el rodaje en Argentina.
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viernes, 25 de junio de 2010
La casa donde nació San Juan Bautista
jueves, 24 de junio de 2010
La amistad entre Jesús y S. Juan Bautista en el cine
La Iglesia celebra hoy su nacimiento porque su madre Santa Isabel estaba embarazada de seis meses cuando la Virgen recibió el anuncio del Ángel y concibió por obra del Espíritu Santo (Lc 1, 36). Como el nacimiento de Cristo se celebra el 24 de diciembre, el del Bautista quedó fijado seis meses antes de esa fecha.
A lo largo de la historia del cine, el personaje del Bautista ha sido interpretado por actores de muy diverso carisma, que han ofrecido de él un retrato también muy diverso. En “Rey de Reyes” (1961), un estirado Robert Ryan aparece en escena acartonado y solemne, haciendo muy poco creíble su personaje. Más fuerza tiene, sin duda, el encarnado por Charlon Heston en “La historia más grande jamás contada” (1965), que aflora en la pantalla con mucho mayor relieve. Aunque algo gritón y estridente en sus predicaciones, muestra una faceta más atractiva y valiente al enfrentarse a los romanos y al cantar las verdades al Gobernador adúltero; cuando los soldados van a arrestarle, se niega a aceptar la orden y hasta lucha contra los que van a sujetarle. Finalmente, en “Jesús de Nazaret”, Michael York encarnó a un Juan Bautista verdaderamente fiero e indomable; un auténtico león del desierto, fustigador incansable de las veleidades de Herodes con Herodías, que tiene en su favor un mayor tiempo de aparición en pantalla… aunque su personaje brilla con menos luz que el desarrollado por Heston.
En el Evangelio, la única escena que los une (al margen de las afirmaciones que cada uno hace sobre el otro: todas ellas importantes) es la del Bautismo del Señor. Y hay una película que ha reflejado esa secuencia con un sabor propio, verdaderamente genuino y original. Me refiero a “El hombre que hacía milagros”. Esta película saca a flote en esta escena la vida escondida que sin duda compartieron en su infancia. Muy sutilmente alude al parentesco entre ambos, y supone una lógica relación de sus madres cuando ambos eran niños. Si ambas conocían la identidad de Jesús y la del Bautista, si ambas sabían que los destinos de sus hijos iban a estar entrelazados; y, sobre todo, si ambas eran primas que habían vivido juntas el nacimiento del Bautista, ¿cómo no suponer que ambas debieron compartir largas e intensas confidencias.
En “El hombre que hacía milagros” vemos primero al Bautista que predica con fuerza el arrepentimiento y anuncia la llegada del Mesías: “Él os bautizará con Espíritu Santo y con fuego”. También acalra su misión de precursor a quienes le preguntan si es él el Mesías: “Yo soy la voz del que clama, el que abre camino en el desierto”. Cuando, de repente, ve llegar a Jesús, reconoce inmediatamente a su primo, que es también el Hijo de Dios; y su tono cambia y se dulcifica: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Anonadado, se resiste a bautizar a Jesús en el Jordán, y Jesús tiene que recordarle con ternura: “¡Juan!, ¡¡Juan!! Cuando éramos niños jugábamos junto a este río. Nuestras madres nos llamaban y corríamos hacia ellas. Las seguíamos”. El Maestro se detiene un segundo, y enlazando esas llamadas de las voces maternas con su actual vocación divina, concluye: “Ahora oigo otra llamada: la de mi Padre del Cielo. Y debo seguirla”. Aquí tenéis la escena: merece que le dediquéis un minuto para verla y otro más para escribir vuestros comentarios.
miércoles, 23 de junio de 2010
Festivales de cine para filmes con "valores morales universales"
martes, 22 de junio de 2010
"The blind side" ("Un sueño posible"): Una historia de superación con valores cristianos
La mejor noticia fue que, en efecto, Sandra Bullock se llevó el Óscar, como antes se había llevado el Globo de Oro y otros premios a la mejor interpretación del año. Ahora se estrena en España, y los críticos subrayan, de nuevo, la viva y sincera religiosidad de esta “madre coraje” co,mo uno de sus mejores valores. Esto es lo que dice Juan Orellana en su crítica:
“The blind side es un canto muy positivo a la familia, especialmente a la familia cristiana, y ensalza las dimensiones de apertura, acogimiento y caridad de la misma. También el film pone en valor las instituciones educativas de ideario cristiano, y señala el valor constructivo y estabilizador del trabajo deportivo. Antropológicamente, la película pone el acento en aspectos verdaderos como el agradecimiento, la compasión, el sacrificio, el perdón, la fe en el otro, la paciencia...”.
Con todo, me gusta más esta crítica de Claudio Sánchez, publicada en Fila Siete, que ofrece un panorama más completo. Al final incluyo la ficha técnica y una foto de la verdadera familia Touhy y del auténtico Michel Oher, sobre cuyas historias reales se ha construido este filme. También os dejo el tráiler, muy revelador de su contenido. Como siempre, espero vuestros comentarios al pie.
Crítica de Filasiete:
Pocas cosas les gustan tanto a los norteamericanos como las películas basadas en la superación personal de un deportista. Desde Rocky a The blind side, pasando por Hoosiers, Titanes o Camino a la gloria, el cine norteamericano se ha hecho verdaderamente especialista en este género. El mismo director de esta película ya había dirigido la eficaz The rookie, basada en la historia real del mítico entrenador de béisbol Jim Morries.
Esta vez la narración (también basada en hechos reales), cuenta la historia de Michael Oher, un joven afroamericano sin hogar que encuentra ayuda y cobijo en una familia blanca dispuesta a prestarle el apoyo necesario para que pueda triunfar como jugador de fútbol americano y en la vida. Por su parte, Oher también influirá en la vida de los miembros de la familia Touhy.
La diferencia principal de esta película con respecto a otras es que se centra más en la evolución dramática del personaje que en la mejora deportiva. Se presta poca atención al campeonato y se da mayor importancia a la influencia de Michael en una familia que tiene, en principio, de todo. En este sentido Sandra Bullock está sobresaliente en un papel dramático con el que ha ganado casi todo (Oscar, Globo de Oro, etc.), algo que demuestra que es una actriz estupenda cuando se la controla (como es el caso) e insoportable cuando no es así (véase Loca obsesión).
La película se atreve a contar una historia bonita, muy bonita, sin miedo al sentimentalismo, que evita con bastante elegancia. Además, la cinta tiene un buen ritmo narrativo que hace que las dos horas se pasen en un suspiro. Poco más habría que decir: es una película entretenida que cumple lo que pretende. Así lo aseguran los más de 255 millones ingresados en Estados Unidos (la cinta más taquillera de todos los tiempos protagonizada por una mujer).
¿Y por qué ha tardado meses en llegar a España? Porque es una película muy norteamericana. Esto hace que las motivaciones de los personajes sólo se entiendan desde la óptica de una familia cristiana evangélica norteamericana, que practica una solidaridad cristiana bastante admirable, silenciosa, sin aspavientos. No se oculta la religiosidad, pero tampoco se subraya. Una manera ciertamente insólita de acercarse a este asunto en el cine actual.
Además, la película es positiva y amable sin negar una actitud crítica. Así lo vemos en una de las mejores escenas del film, en la que el matrimonio protagonista se plantea sobre si realmente hay rectitud en su ayuda a Michael o buscan algo más que la felicidad del chico. Este giro hace la cinta más madura y matizada, poniéndola por encima de la simpleza voluntarista de la mayoría de las películas deportivas.
No es una obra maestra porque hay baches del argumento no bien resueltos a mitad del metraje, varios personajes secundarios poco desarrollados y la música de Burwell (uno de los grandes, sin duda) es redundante y carente de personalidad y emoción. Pero es una película sincera que podía caer en muchas trampas de moralina fácil y, sin embargo, mantiene con dignidad un discurso interesante y necesario gracias al notable guión del propio Hancock (el segundo más interesante de su filmografía, después del magnífico libreto que escribió para la película de Clint Eastwood Un mundo perfecto).
Claudio Sánchez
Ficha técnica:
Dirección: John Lee Hancock.- Guión: J. L. Hancock.- Fotografía: Alar Kivilo.- Montaje: Mark Livolsi.- Música: Carter Burwell.- Intérpretes: Sandra Bullock, Tim McGraw, Quinton Aaron, Jae Head, Lily Collins, Ray McKinnon, Kim Dickens, Kathy Bates, Catherine Dyer.- Distribuidora: Warner.- Duración: 128 minutos.- Público Adecuado: Jóvenes.
lunes, 21 de junio de 2010
El Young Values Film Festival premia historias sobre el Alheizmer y el amor en la familia
viernes, 18 de junio de 2010
Jesús y la Magdalena en el cine (y 5).- "La pasión de Cristo": redención y amor
Concluimos hoy esta serie sobre “Jesucristo y la Magdalena en el cine”. Primero vimos los datos históricos y el origen de la leyenda; después, la confusión de María Magdalena con la mujer adúltera en las producciones de Hollywood durante los sesenta; anteayer, nos fijamos en la identificación con la mujer pecadora en las producciones europeas de los 70-90; y ayer, su posesión diabólica (como señalan los evangelios) y su liberación por Jesucristo.
En la película que hoy comentamos –“La Pasión de Cristo”, de Mel Gibson- María Magdalena juega un papel fundamental. Por una parte, es la gran amiga y confidente de la Virgen en todo el drama del Calvario, la que siempre está a su lado, tratándola y cuidándola como una hija a su madre; por otro, muestra mejor que todos los apóstoles –con lágrimas, pero también con obras– su profundo amor a Cristo, por encima de su vida y aun de su propia honra.
Como única escena, he traído a este blog la fantástica secuencia en que ella y la Virgen recogen la sangre de Jesús con los paños que les ha facilitado Claudia Procla, la mujer de Herodes (según algunas tradiciones, Claudia se había hecho cristiana en secreto). En otro post anterior mostré el inicio de esta secuencia, cuando ambas llegan al patio vacío donde ha tenido lugar la terrible tortura. Ahora quiero fijarme, sobre todo, en el poderoso flash-back que traslada al espectador desde la escena de la flagelación a la escena del perdón: desde la máxima crueldad a la máxima misericordia. María Magdalena está arrodillada, limpiando la sangre; y en esa postura humilde, voluntariamente asumida, recuerda aquella otra en que se vio tirada y arrastrada por el suelo, humillada contra su voluntad. En aquel momento, sólo podía esperar la condena y el cumplimiento inflexible de la Ley: la mujer sorprendida en adulterio debía ser públicamente lapidada. Pero recibió otra cosa: recibió comprensión, ternura y perdón.
El flash-back es rico en contrastes. La escena parte del punto de vista de la Magdalena, casi a ras de suelo; y esa visión enlaza perfectamente con la mirada de la Magdalena-adúltera, totalmente a ras de suelo. Desde abajo, contempla el muro de indiginacion y rabia que está a punto de apedrearla. Pero entra en su campo de visión el pie de Cristo, que se impone, con autoridad. Y la tragedia se detiene. Jesús escribe unas palabras en el suelo: según algunos, escribe los pecados de los acusadores; según otros, escribe los diez mandamientos, que tan frecuentemente habían olvidado sus acusadores… Lo cierto es que, sin abandonar del punto de vista de la Magdalena, vemos al ralentí cómo los hombres van tirando las piedras que habían cogido para arrojarlas sobre su víctima, y se van marchando.
Y entonces viene el gesto sublime. Jesús se vuelve hacia la mujer, y ella –sin atreverse a mirarle–, adelanta su mano para tocar sus pies: en señal de agradecimiento, o quizás para tocarle –como la hemorroísa– y quedar así curada para siempre. Cuando finalmente le toca (¡Jesús se deja tocar por una pecadora!, dirán también en otra ocasión), María se siente con fuerzas para levantar la mirada y encontrarse frente a frente con Jesús. Pero Él no le recrimina, ni le condena, ni aparta la mirada: muy al contrario, tiende su mano para levantarla del suelo (literal y moralmente) en el que se encuentra.
Cuando ella se levanta y abandonamos el punto de vista a ras de tierra, el flash-back concluye y volvemos al presente de la sangre en el suelo. La Magdalena acaba de comprender la gran lección del amor. Entiende que aquella humillación que ella merecía ha recaído en Él, es esta humillación increíblemente despiadada; la acción de Cristo fue un acto de magnanimidad; la de sus verdugos, ha sido un acto de crueldad. Y se le hace patente el sentido de tan sangriento espectáculo: son sus propios pecados la causa de la flagelación, y de que Cristo haya tenido que derramar tantísima sangre.
jueves, 17 de junio de 2010
Jesús y la Magdalena en el cine (4).- "El hombre que hacía milagros": la mujer poseída y liberada
miércoles, 16 de junio de 2010
Jesús y la Magdalena en el cine (3).- Europa, años 70-90: la "mujer pecadora"
Así sucede, por ejemplo, en la coproducción italo-británica “Jesús de Nazaret” (1977). En su primera aparición, Zefirelli nos la muestra como una pecadora que es objeto de burla de unos chiquillos: ellos prenden fuego en el exterior de su chabola y ella sale enfurecida persiguiéndolos. Unos de los padres dispersa a los niños de aquel lugar y le increpa con rabia: “En este barrio no hay paz desde que viniste. ¡Ruido y suciedad!”. María entra de nuevo en su casa, donde su último cliente está terminando de vestirse. Se percibe el disgusto profundo de la vida que lleva y el rechazo frontal de todos sus vecinos: “Los niños no destruirían mi casa. Pero sus padres están contra mí”.
El cliente le habla entonces de Jesús, “amigo de publicanos y de pecadoras”. Y aunque ella musite por lo bajo “yo no tengo amigos”, las palabras de ese hombre suscitan su curiosidad. Más tarde, veremos cómo se acerca a escondidas para escucharle, y allí asiste conmovida a sus palabras y al milagro de la multiplicación de los panes y de los peces. Esta escena produce en María una radical conversión interior, que pasa oculta a los demás, pero que más adelante, en casa de Simón el fariseo, se manifiesta encendidamente en lágrimas de dolor que vierte sobre los pies de Jesucristo. Aquí, vemos sólo la imagen desastrosa de su vida antes del encuentro con Jesús. Después le veremos renovada en la unción de Betania y decidida y valiente durante la Pasión: en el juicio ante Pilatos, pide a gritos la liberación de Jesús, cuando todos exigen que sea crucificado.
Jesús inicia la conversación: “Conozco a María”; como si dijera: no hace falta que me la presentes; sé lo que hay en el corazón de cada hombre. Entonces ella confiesa su condición, lo que considera su verdad más íntima: “Soy una ramera, Jesús”. Pero Él no acepta esa afirmación: “Lo fuiste, una vez. Hace mucho tiempo”. Jesús le hace ver que su dolor y su arrepentimiento le han convertido en otra persona, y Él ya la ha perdonado. La sonrisa de la Virgen confirma las palabras de Jesús, y la Magdalena se retira aturdida, sin fuerzas todavía para manifestar su amor a Jesús.
martes, 15 de junio de 2010
Jesús y la Magdalena en el cine (2).- Hollywood, años 60: una identificación sorprendente
Ayer veíamos en este blog que la figura de la Magdalena ha sido confundida con otros personajes, sobre todo con la mujer pecadora que unge los pies de Jesús. Pero, en el Hollywood puritano de los años sesenta, esa elucubración llegó a más: se la identificó nada más y nada menos que… ¡con la mujer adúltera!
Así lo vemos en “La historia más grande jamás contada” (1965), en la que el director George Stevens contó con el asesoramiento de varios teólogos protestantes. La mujer adúltera (vestida de rojo, símbolo de la pasión y de la lujuria) es arrojada al suelo a los pies del Maestro, humillada hasta el extremo. Jesús (vestido de blanco, símbolo de la pureza) coge un guijarro del suelo y lanza su famosa frase: “Aquel de vosotros que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Uno se acerca al Mesías con intención de coger el pedrusco de su mano, y la mujer adúltera se arrebuja presintiendo lo peor. Pero el hombre mira entonces a Jesús, y en vez de coger la piedra él mismo se queda petrificado.
La piedra sigue dando juego en esta sugestiva puesta en escena. Jesús ofrece la piedra a la concurrencia con su brazo extendido: recorre los 360 grados en un movimiento circular que hace retroceder a la multitud. Finalmente, es él quien tira la piedra… pero al suelo. Y tiene lugar un preciso diálogo con la adúltera: “¿Quién eres tú?”. Y ella responde: “Me llamo María” (en el original: María de Magdala). Jesús constata entonces que nadie presenta cargos contra ella (“Ningún hombre te ha condenado… Ni yo tampoco”). Le ayuda entonces a levantarse y –una ayuda aún mejor– le anima a cambiar de vida: “Vete y no peques más”.
Esta mis a identificación de María Magdalena con la mujer adúltera aparece también en otra cinta hollywoodiense de los sesenta: “Rey de Reyes”, de Nicholas Ray. De noche (también esto es simbólico), una mujer (Carmen Sevilla) es perseguida por una turbamulta enfurecida. Acorralada en un callejón sin salida, “aplastada” literalmente contra un muro, la mujer se derrumba mientras los hombres se disponen a lapidarla. Aquí no se ha traído a la mujer ante Jesús, para poner a prueba al Maestro, sino que Él interviene en favor de la mujer. Primero vemos caer su sombra sobre ella, e intuimos lo que a continuación sucede: Jesús se interpone entre María y los acusadores y les pregunta: “¿Qué ha hecho esta mujer?”. Uno de ellos grita: “Ha sido sorprendida en adulterio. ¡La ley de Moisés manda apedrearla!”. Y aún añade otro: “¡No haya compasión para ella!”. Pero, frente a la masa oscura del fondo se alza la figura blanca del Maestro que lanza de nuevo su sentencia: “En que esté libre de pecado…”.
Es Jesús el que, con esa frase, ha lanzado una piedra contra la multitud. Y la turba, antes enfurecida, calla ahora de repente y poco a poco se dispersa. Jesús se dirige a ella: “Mujer, ¿dónde están los que te condenan?”. Y la Magdalena (vestida esta vez de blanco) dirige su mirada al gentío que se aleja. “Pues yo tampoco te condeno. Vete y no vuelvas a pecar”.
En un artículo anterior, vimos cómo, después de este encuentro con Jesús, María Magdalena se dirige a la casa del Maestro para hablar de nuevo con Él, y allí se encuentra con la Virgen. Al final de la película, veremos cómo su amor por Jesús le hace permanecer en vela junto a la tumba de Cristo. Y al rayar el alba, cuando la luz de un nuevo amanecer le despierta, descubre que el Señor no está en el sepulcro y sale en su busca, porque no puede vivir sin Él. Aún no ha comprendido ese nuevo amanecer que ha supuesto la Resurrección de Cristo. A lo lejos ve a un hombre que se aleja, y creyendo que es el hortelano, le pide que le diga dónde le ha puesto. Cuando Jesús se vuelve, tiene lugar un diálogo conmovedor, hecho con lágrimas más que con palabras, que termina con el encargo a la Magdalena de anunciar a sus discípulos que vayan a Galilea: “Allí me verán”.
lunes, 14 de junio de 2010
Jesús y la Magdalena en el cine (1).- La historia y la leyenda
La primera fabulación toma pie en el “Evangelio de María (Magdalena)”, un texto apócrifo –de orientación gnóstica- conocido desde el siglo III y publicado ampliamente en 1938, que nunca fue tenido por histórico, y que ahora se presenta como “documento recién descubierto” (¿?). La tendencia gnóstica al pensamiento maniqueo –un dios bueno y uno malo, o un Dios y una diosa- habrían facilitado el deslizamiento de identificar a la discípula más fiel de Jesús con su imaginaria esposa. Sobre esta inventada hipótesis se han escrito novelas y realizado también películas, algunas con pretensión de “verdad histórica”, o de “reciente descubrimiento”.
La segunda fabulación es una clara injusticia o, quizás, un desconocimiento de lo que ha sido la piedad cristiana durante siglos. Puede entenderse que algunos –tomando pie de elementos circunstanciales- hayan imaginado una biografía oscura de esta mujer (como ahora veremos), pero lo que no tiene fundamento es atribuir eso a la Iglesia como institución, que siempre ha tenido a María Magdalena por santa y la ha honrado como tal.
Para situar los datos en su contexto, vamos a seguir los trabajos publicados por un equipo de teólogos de la Universidad de Navarra, dirigidos por Francisco Varo, que han respondido con todo detalle a 54 preguntas sobre Jesús y la Iglesia, en las que también se analiza la figura de la Magdalena y su relación con los apóstoles.
Los Evangelios (Lc 8,2) nos dicen que entre las mujeres que seguían a Jesús y le asistían con sus bienes estaba María Magdalena, es decir, una mujer llamada María, que era oriunda de Migdal Nunayah, en griego Tariquea, una pequeña población junto al lago de Galilea, a 5,5 km al norte de Tiberías. De ella Jesús había expulsado varios “espíritus malignos”. La expresión empleada por el evangelista puede entenderse como una posesión diabólica, pero también como una enfermedad del cuerpo o del espíritu.
Los sinópticos la mencionan como la primera de un grupo de mujeres que contemplaron de lejos la crucifixión de Jesús (Mc 15,40-41) y que se quedaron sentadas frente al sepulcro (Mt 27,61) mientras sepultaban a Jesús (Mc 15,47). Señalan que en la madrugada del día después del sábado María Magdalena y otras mujeres volvieron al sepulcro a ungir el cuerpo con los aromas que habían comprado (Mc 16,1-7); entonces un ángel les comunica que Jesús ha resucitado y les encarga ir a comunicarlo a los discípulos (cf. Mc 16,1-7).
San Juan presenta los mismos datos con pequeñas variantes. María Magdalena está junto a la Virgen María al pie de la cruz (Jn 19,25). Después del sábado, cuando todavía era de noche, se acerca al sepulcro, ve la losa quitada y avisa a Pedro, pensando que alguien había robado el cuerpo de Jesús (Jn 20,1-2). De vuelta al sepulcro, se queda llorando y se encuentra con Jesús resucitado, quien le encarga anunciar a los discípulos su vuelta al Padre (Jn 20,11-18). Esa es su gloria. Por eso, la tradición de la Iglesia la ha llamado en Oriente "isapóstolos" (igual que un apóstol) y en Occidente "apostola apostolorum" (apóstol de apóstoles). En Oriente hay una tradición que dice que fue enterrada en Éfeso y que sus reliquias fueron llevadas a Constantinopla en el siglo IX.
Como puede verse, no hay nada en los Evangelios que dé pie a esa supuesta “difamación” por parte de la Iglesia, todo lo contrario. Entonces, ¿de dónde le viene a la Magdalena su “mala fama”? En seguida vamos a verlo.
A partir de los siglos VI y VII, en la Iglesia Latina se tendió a identificar a María Magdalena con la mujer pecadora que ungió los pies de Jesús con sus lágrimas.
La identificación entre una y otra surge por un doble motivo:
a) Por contigüidad de dos pasajes evangélicos. Después del relato en que Jesús perdona a la mujer pecadora (Lc 7,36-50), el mismo evangelista señala a continuación que al Señor le asistían algunas mujeres, y la primera que menciona es María Magdalena (Lc 8,1-2). Además, nos dice que ella “había sido librada de espíritus malignos” (Lc 8, 2); y Marcos especifica el número: el Señor había expulsado de ella siete demonios (Mc 16,9). La cercanía de esos dos pasajes y la asociación entre “mujer pecadora” y “mujer poseída por el demonio” motivó que algunos escritores –en su afán de identificar a la pecadora innominada- imaginasen que se trataba de la misma mujer.
b) Por confusión de escenas. Existen dos unciones en los evangelios. Una es la de la pecadora arrepentida, que es exclusiva de Lucas (7,36-50), y que tiene lugar en Galilea, en casa de Simón el fariseo. La otra, aunque relatada en términos parecidos por los otros evangelistas (Mc 14,3-9; Mt 26,6-13; Jn 12,1-8), sucede en Betania, en casa de Simón el leproso. Existe, además, una diferencia temporal muy importante: Lucas sitúa la suya al comienzo de la vida pública, mientras que los otros tres la colocan en vísperas de la Pascua, como pórtico de la Pasión y preparación o adelanto de su sepultura (Mc 14, 8). A pesar de estas claras diferencias, algunos escritores tendieron a confundir ambas escenas.
Por si fuera poco, los datos aportados por Juan (“Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa”) y la expresa mención de la protagonista (“María tomó una libra de perfume de nardo puro, de gran precio, ungió los pies de Jesús y los enjugó con sus cabellos”) motivaron que se identificase a esta María –que parece ser la hermana de Lázaro- con María Magdalena y la mujer pecadora: tres personajes que, para algunos escritores, serían uno solo.
A finales del siglo XX, y desfigurando el origen casual de esas confusiones, algunos cultivadores de la “teología-ficción” han querido presentar a María Magdalena como una “mártir” de la causa feminista, que habría sido “vilipendiada durante siglos” por una Iglesia “machista”. Como hemos visto, la realidad histórica fue muy distinta: la Iglesia siempre le ha concedido un lugar preeminente entre los discípulos de Jesús y la ha venerado como santa.
Y nada de lo que dicen los Evangelios va en detrimento de esa veneración. En su encuentro con Jesús después de la resurrección (Jn 20,14-18), María Magdalena manifiesta un profundo amor hacia su Redentor. Y, en todo caso, aun cuando se tratara de la mujer pecadora, su pasado no querría decir nada. Pedro fue infiel a Jesús y Pablo un perseguidor de los cristianos. La grandeza de la Magdalena no está en su impecabilidad sino en su amor. Justamente, eso es lo que Jesús alaba en la mujer pecadora: "Le son perdonados sus muchos pecados, porque ha amado mucho" (Lc 7,47).
Esta confusión de identidades se ha plasmado también en las películas. Como veremos en los próximos artículos, algunos de los filmes de los últimos cuarenta años han asumido esa identificación de personajes, e incluso han desarrollado imaginativamente su biografía pasada.
sábado, 12 de junio de 2010
Andrea Bocelli y su preciosa historia de una joven madre que se negó a abortar
viernes, 11 de junio de 2010
'La Pasión' de Oberammergau: 2.500 alemanes se convierten en actores cada diez años
El espectáculo titulado "La representación del sufrimiento, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo", se celebra desde 1634. En el evento colaboran 2.472 paisanos -la mitad de la ciudad- de los que 638 son niños. Para participar hay que haber nacido en Oberammergau o haber vivido allí por lo menos 20 años.
La representación tiene su origen en un voto de agradecimiento del pueblo por haberse librado de la peste que afectó con especial crudeza la región de Baviera. La Pasión dura todo el día: empieza a las 14:30 y, con una pausa de 3 horas en medio, termina a las 22:30. La gente suele reservar las entradas con meses de adelanto. Existe dos webs del evento: la oficial, tanto en alemán como en inglés, con toda la información: fotos, calendario, accesos, etc; y otra mejor diseñada, sólo para países angloparlantes, con audio y buenos complementos, aunque sin el calendario de las funciones.
El director de la Pasión de Oberammergau 2010, Christian Stückl, comenta que “lo más apasionante de esta tarea consiste en cómo tratar a la figura de Jesús de Nazaret. Después de leer múltiples libros, ver películas sobre la Pasión de Gibson, Scorsese, Pasolini o tener conversaciones con diferente gente, siempre vuelve la pregunta: ¿cómo conseguir que sea Él? Mostrarlo totalmente hombre y totalmente Dios es una tarea difícil”. Y añade: “Quiero huir de la Pasión como mera representación histórica, pero ¿cómo conseguir poner fe en una escena, cómo mostrar la Última cena o la "esurrección? Ahí está el reto”.
La representación de la Pasión de Oberammergau se hizo famosa en Europa ya en el s. XVIII. A principio del XIX corrientes anticlericales intentaron suprimirla sin éxito. A finales del mismo siglo despertó la curiosidad del rey de Baviera Ludwig II, amigo de Wagner, que pidió una representación privada. Y en la Pasión de 1950 fueron invitados el canciller de la Alemania Oeste y Dwight D. Eisenhower, futuro Presidente de los Estados Unidos.
Por lo que respecta al escenario, las primeras representaciones tenían lugar en la iglesia parroquial. Muy pronto, la afluencia de espectadores obligó a trasladar la Pasión al aire libre, en el cementerio que lindaba con la iglesia.
En 1800 se construyó un teatro, construcción que fue totalmente rehecha en 1930. Actualmente, el teatro cuenta con las técnicas más recientes y tiene una capacidad de 4.800 localidades a cubierto. El escenario se mantiene al aire libre contando con las montañas, cielo y nubes como escenografía natural.
miércoles, 9 de junio de 2010
Betania: un hogar amable y acogedor para Jesús
A la izquierda se me ve con dos amigos (Pedro y Josep) en la verja que da acceso al empinado camino que conduce a la iglesia. Y debajo, junto a la tumba de Lázaro, donde Cristo le resucitó. A la derecha de esa imagen, tres fotografías apaisadas: el altar, con un retablo que recuerda la resurrección de Lázaro con las palabras de Jesús: “Ego sum Resurrectio et Vita”. Justo debajo, la entrada al recinto, que recuerda -¡en la lengua de Cervantes!- a la hermana hacendosa, Santa Marta, que hizo de aquella casa un hogar. Y, abajo del todo, un retablo con la leyenda: “Le dijo el Señor: ¡Marta, Marta! Te preocupas y te inquietas por muchas cosas” (Lc 10, 41).
lunes, 7 de junio de 2010
La amistad entre la Virgen y la Magdalena en "La Pasión de Cristo"
Ya su presentación en la pantalla tiene una significación teológica muy profunda. En el momento en que prenden a Jesús en Getsemaní, la Virgen -como por un instinto sobrenatural- se despierta sobresaltada: "sabe" que han prendido a su Hijo, que va a comenzar todo. María Magdalena, que está acompañándola y duerme en la misma casa, se despierta también (1ª sintonía). Y, sabiendo ambas lo que está por venir, recitan el himno inaugural de la Pascua judía.
sábado, 5 de junio de 2010
"La última cima": ¿hay nicho para el cine religioso en España?
viernes, 4 de junio de 2010
La amistad entre la Virgen y María Magdalena: la miniserie "Jesús"
jueves, 3 de junio de 2010
La amistad entre la Virgen y María Magdalena en el cine
miércoles, 2 de junio de 2010
"La manzana podrida": un reportaje valiente y documentado sobre la actitud de la Iglesia ante los abusos sexuales a menores
Cuando una delegación de Obispos de la Conferencia Episcopal viajó a Roma para proponer medidas drásticas en 2002, el principal apoyo y defensor de esa medida fue, justamente, el Cardenal Ratzinger, a quien hoy se le quieren atribuir buena parte de algunos desmanes.
Gran éxito en el Young Values Film Festival, organizado por CinemaNet: 110 cortos y 68 guiones a concurso
El Festival tendrá lugar el sábado 12 de junio en el CaixaForum de Barcelona. A lo largo del día, entre las 11 y las 18 horas, todos los cortos seleccionados se proyectarán en el Aula 2. La entrada al festival es libre y gratuita, tanto a los pases del día como a la sesión final de entrega de premios. Durante el acto central, que se celebrará en el Auditorio y tendrá lugar a las 19 horas, se proyectarán los cortos ganadores y se procederá a la entrega de los premios. Además, el Grup Arteatre de la Universidad de Barcelona también interpretará sketches cómicos basados en el mundo del cine.